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MONOGRAFÍA CANNABIs - Asociación Española de Patología Dual

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movimiento, pero la mayoría <strong>de</strong> ellos están almárgen; unos son receptores <strong>de</strong>l discurso yotros, la mayoría, simplemente consumidores.Este apartado se ha elaborado a partir <strong>de</strong>las entrevistas realizadas a un grupo <strong>de</strong> consumidores<strong>de</strong> cannabis, jóvenes y adultos -entre 15 y 60 años-, <strong>de</strong> ambos sexos. Entreellos hay, al menos, dos generaciones queforman dos colectivos bien diferenciados, porla edad, por las condiciones <strong>de</strong> vida, por elsignificado que dan al cannabis, pero sobretodo por las distintas consecuencias que eseconsumo tiene en sus vidas.Dos generaciones.Para los adultos, que tienen la vida organizada,una posición y un recorrido vital máslargo, fumar cannabis pue<strong>de</strong> ser un sibaritismomás con el que logran hacer la vida cotidianamás relajada e interesante. El porro lo<strong>de</strong>finen como un antídoto para escapar <strong>de</strong>“estar todo el día escopeteado” y lograr másfácilmente unos momentos <strong>de</strong> calma. Paraellos, el hecho <strong>de</strong> fumar porros es tambiénun punto <strong>de</strong> enlace con los más jóvenes, unnexo que les crea complicidad y les hace revivirsu juventud.Es entre el colectivo <strong>de</strong> adultos don<strong>de</strong> semantiene una batalla más dura a favor o encontra <strong>de</strong> las drogas, especialmente <strong>de</strong>l cannabis.El siguiente ejemplo resulta muy gráfico:“Yo he trabajado en varias compañías teatrales,y en ese ambiente puedo <strong>de</strong>cir que hay unaminoría que no se droga y una mayoría que sí lohace. En una <strong>de</strong> las compañías, el padre, que erael director <strong>de</strong> orquesta, perseguía con ensañamientoal hijo, que era utillero. El padre estabaparanoico contra los que nos drogábamos, porqueestaba convencido <strong>de</strong> que éramos los másviejos los que pervertíamos a su hijo, cuando enrealidad su hijo era el que nos hacía <strong>de</strong> camello.Si eres aficionado a las drogas y quieres estarbien provisto tienes que estar cerca <strong>de</strong> los jóvenes”(consumidor <strong>de</strong> 54 años).Ocurre a veces que los jóvenes que se haniniciado encuentran en otros adultos cercanos,que no son sus padres, sus ídolos ycompañeros <strong>de</strong> transgresión. La posibilidad<strong>de</strong> compartir porros pue<strong>de</strong> crear nexos <strong>de</strong>unión entre generaciones o pue<strong>de</strong> abrir brechasque cuestionan la autoridad <strong>de</strong> lospadres y sus valores. La conexión <strong>de</strong> losmayores con los jóvenes no sólo es simbólica,también tiene un componente práctico.Algunos <strong>de</strong> estos mayores necesitan <strong>de</strong> losjóvenes para conseguir comprar cannabis enel mercado negro:“(Gracias a la asociación) he podido apren<strong>de</strong>r acultivar plantas, lo cual es importante para mí,pues antes tenía que pedirles a mis hijos que melo comprasen, y eso era un rollo, pues no es suproblema” (consumidora <strong>de</strong> 52 años).“Algunos <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> consumir porque no estándispuestos a hacer lo que hay que hacer para procurarseel hachís, y no porque lo quieran <strong>de</strong>jarverda<strong>de</strong>ramente. Hay gente a la que le cuestamucho ir a buscar la droga, pues ello suponeimplicarse a fondo. Los consumidores crónicosnecesitamos un sistema para conseguirlo, lo fundamentales estar en contacto con jóvenes; si nosabes dón<strong>de</strong> encontrar hachís y tienes un sobrino<strong>de</strong> 17 o 18 años, pregúntale a él” (consumidor <strong>de</strong>60 años).Los jóvenes viven <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unos ambientesmás tolerantes, han sido socializados enuna cultura don<strong>de</strong> el consumo <strong>de</strong> drogas esun elemento más, están más cercanos al tráfico,se mueven en lugares don<strong>de</strong> el consumoestá normalizado, no tienen que disimularante sus compañeros, crean relaciones <strong>de</strong>solidaridad si surgen problemas, etc... Paralos adultos, el porro continúa siendo un tabúsuperado sólo a medias, que los aleja <strong>de</strong>estar plenamente cómodos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> losdiversos ambientes que frecuentan. Elsiguiente comentario es <strong>de</strong> un adulto queestá a medio camino entre dos culturas:“Habitualmente no me relaciono con genteque no fuma. Mi mujer tiene amigos que no lohacen y cuando salimos con ellos, lo que intentohacer lo menos posible, me escapo a fumar unporro y llega un punto en el que estoy todo relajado,mientras los otros dan botes como locos”(consumidor <strong>de</strong> 35 años).Calafat, A.; Juan, M.; Becoña, E.; Fernán<strong>de</strong>z, C.; Gil, E.; Llopis, J.J. 247

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