MONOGRAFÍA CANNABIs - Asociación Española de Patología Dual
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<strong>de</strong> esos factores no parecen tan consistentes,en los diferentes estudios tienen comportamientosdistintos, o incluso contradictorios,y quizá están sujetos a la influencia <strong>de</strong>otras variables (como la edad o el sexo) oestán condicionados por otros factores queactúan antes. El lector interesado pue<strong>de</strong>encontrar excelentes resúmenes <strong>de</strong> esos factores,or<strong>de</strong>nados por áreas <strong>de</strong> influencia(Hawkins, Catalano y Miller, 1992; Peterson,Hawkins y Catalano 1992; Moncada, 1997).2.5. Cómo integrar los objetivos: elpapel <strong>de</strong> la teoría.Los programas con expectativas muy concretasy <strong>de</strong> alcance limitado, pese a un evi<strong>de</strong>ntepotencial preventivo, <strong>de</strong>bido a la falta<strong>de</strong> una teoría integradora, se <strong>de</strong>tienen en unabordaje <strong>de</strong>masiado parcial <strong>de</strong>l problema. Deesta manera, el impacto que tienen comoconjunto es más bien escaso. Secuenciar losobjetivos en una teoría integradora permitiríaintroducir en el programa otros componentesque abordarían cada uno unos objetivos<strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos ámbitos y a través <strong>de</strong> múltiplesintervenciones.Sin embargo, en su visión <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>la prevención, Hansen (1996) distingue tresperíodos según el tipo <strong>de</strong> factores la han dirigido:intuición, teoría y datos. El períodoorientado por la intuición ha dado lugar a programas<strong>de</strong>l tipo DARE que han tenido escasoo nulo efecto. El período <strong>de</strong> los programasbasados en la teoría ha sido más fructífero,pero, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su perspectiva, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>la ciencia <strong>de</strong> la prevención requiere el abandono<strong>de</strong> la orientación teórica y basarse sóloen la evi<strong>de</strong>ncia empírica sobre las variablesrelacionadas con el uso <strong>de</strong> drogas. Concluyeque la prevención ya <strong>de</strong>bería abandonar losmétodos que preten<strong>de</strong>n modificar variablesque tienen una débil relación estadística conel uso <strong>de</strong> drogas.Una posición semejante po<strong>de</strong>mos encontraren Gorman (1998), para quien la mayorparte <strong>de</strong> programas y sus evaluaciones no sebasan en la evi<strong>de</strong>ncia empírica, e incluso estaevi<strong>de</strong>ncia es modificada según los intereses<strong>de</strong> los promotores <strong>de</strong> los programas.Tal vez no hace falta llevar la crítica tanlejos. Es evi<strong>de</strong>nte que la teoría no pue<strong>de</strong>estar al margen <strong>de</strong> los datos y proponer objetivosinútiles. Pero, como se ha visto, el problemano es este. La dificultad no está enque los objetivos sean irrelevantes, sino enque sólo alimentan un proceso que noencuentra continuidad y coherencia confases posteriores (Martín, 1995).De ahí el papel que todavía correspon<strong>de</strong> ala teoría, entendida como conjunto <strong>de</strong> postuladoscoherentes entre sí, que <strong>de</strong>scriben lasrelaciones entre variables y explican las causas<strong>de</strong> estas relaciones.Los datos <strong>de</strong> observación sólo adquierensentido a través <strong>de</strong> su interpretación. Es lateoría lo que confiere ese sentido, por lo quetambién es a partir <strong>de</strong> la teoría que po<strong>de</strong>mosdiscriminar qué datos son pertinentes y cuálesno, y la teoría orienta <strong>de</strong> esta manera laobservación. También es la teoría lo que nospermite arriesgar hipótesis sobre el comportamientofuturo <strong>de</strong> algún aspecto <strong>de</strong> la realidad.Por eso, la teoría <strong>de</strong>bería tener un papelmás central en el campo <strong>de</strong> las drogo<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciasy guiar tanto la observación como lasintervenciones preventivas y terapéuticas.Que muchos programas preventivos carezcan<strong>de</strong> base teórica no es por falta <strong>de</strong> teorías.En una reciente revisión (Becoña, 1999 a)aparecen <strong>de</strong>scritas veintiuna teorías y mo<strong>de</strong>los<strong>de</strong> complejidad diversa, seleccionadas porsu actualidad, relevancia y apoyo empírico.Disponer <strong>de</strong> programas basados en la teoríacomporta ventajas tanto para el propioprograma como para su evaluación (Becoña,1999 b).2.6. El diseño <strong>de</strong> las intervenciones.Un elemento fundamental en el diseño <strong>de</strong>las intervenciones preventivas es la elección<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>stinatarios.Amengual, M. 287