04.08.2020 Views

Elon Musk El empresario que anticipa el futuro

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

esposa y la madre de sus hijos. ¿Los resultados? «La manera de E. de hacerlo

durante todo el resto del viaje: “Justine quiere que te diga que ha escrito

novelas”, lo que provocaba que la gente me lanzara una mirada que decía: “Oh,

pero ¡qué mona!”, y no me ayudaba en absoluto.»

Con el paso de 2007 a 2008, la vida de Musk se volvió más tumultuosa.

Tesla prácticamente había tenido que empezar de cero con gran parte del

Roadster, y SpaceX tenía a decenas de personas viviendo en Kwajalein a la

espera del próximo lanzamiento del Falcon 1. Ambas iniciativas estaban

comiéndose el dinero de Musk. Este empezó a vender algunas posesiones

preciadas como el McLaren para conseguir fondos extra. Musk tendía a proteger

a sus empleados de la gravedad de su situación fiscal alentándoles siempre a dar

lo mejor de sí. Al mismo tiempo, supervisaba personalmente todas las compras

importantes de ambas empresas. Además aleccionaba a sus trabajadores para

encontrar un punto intermedio entre inversión y productividad. Aquello era toda

una novedad para muchos empleados de SpaceX, acostumbrados a trabajar con

las empresas aeroespaciales tradicionales, signatarias de enormes contratos

multianuales y ajenas a la presión de la supervivencia diaria. «Elon trabajaba

todos los domingos, y tuvimos algunas charlas en las que expuso su filosofía —

recuerda Kevin Brogan, uno de los primeros empleados de SpaceX—. Decía que

todo lo que hacíamos estaba en función de nuestra velocidad de combustión, y

que estábamos quemando unos cien mil dólares al día. Aquella forma de pensar,

tan propia de los emprendedores de Silicon Valley, era desconocida para los

ingenieros aeroespaciales de Los Ángeles. A veces no te dejaba comprar una

pieza de dos mil dólares porque esperaba que la encontrases a mejor precio o que

inventaras algo más barato. Otras veces alquilaba un avión por noventa mil

dólares para transportar algo hasta Kwaj, porque así se ahorraba una jornada

entera, y ni se inmutaba. Si metía tanta prisa era porque esperaba que los

ingresos dentro de diez años fueran de diez millones de dólares al día, y cada día

que nos retrasábamos en alcanzar nuestros objetivos era un día más que nos

perderíamos aquellos ingresos.»

Indudablemente, el hecho de que Musk tuviera que dedicar todas sus

fuerzas a Tesla y SpaceX exacerbó las tensiones en su matrimonio. Los Musk

tenían un equipo de niñeras para ayudarlos con sus cinco hijos, pero Elon no

podía pasar mucho tiempo en casa. Trabajaba siete días a la semana y solía

dividir su tiempo entre Los Ángeles y San Francisco. Justine necesitaba

imperiosamente un cambio. Cuando reflexionaba sobre su vida, se sentía

enferma: se veía como una esposa trofeo. Anhelaba volver a ser de nuevo la

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!