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Elon Musk El empresario que anticipa el futuro

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que Bill y Steve hubieran engendrado un hijo mediante ingeniería genética, y,

quién sabe, quizá tendríamos que obtener el genotipo de Elon para ver si eso es

justo lo que ha pasado.» Steve Jurvetson, el especialista en capital riesgo que

invirtió en SpaceX, Tesla y SolarCity, trabajó para Jobs y conocía bien a Gates, y

también describe a Musk como una mezcla mejorada de ambos. «Al igual que

Jobs, Elon no soporta a los jugadores de tercera o cuarta categoría —explica

Jurvetson—. Pero yo diría que es más amable que Jobs y un poco más refinado

que Bill Gates.» 12

Pero cuanto más sabe uno sobre Musk, más difícil resulta clasificarlo entre

sus pares. Jobs es otro director general que dirigió dos grandes empresas que

cambiaron sus industrias, Apple y Pixar. Pero ahí acaban las similitudes

prácticas entre los dos. Jobs dedicó mucha más energía a Apple que a Pixar, a

diferencia de Musk, que ha dedicado el mismo esfuerzo a Tesla y a SpaceX, a la

vez que reservaba para SolarCity cualquier resto de energía que le quedase. Jobs

era famoso por su legendaria atención a los detalles. Pero nadie, sin embargo, se

atrevería a sugerir que supervisaba las operaciones cotidianas de sus empresas

con el mismo celo que Musk. El enfoque de Musk tiene sus limitaciones. No es

tan hábil con el marketing y la estrategia aplicada a los medios de comunicación.

No ensaya las presentaciones ni pule los discursos. Improvisa la mayoría de los

comunicados de Tesla y SpaceX. Es capaz de dar una noticia realmente

importante un viernes por la tarde, cuando es muy probable que pase

desapercibida porque los periodistas se han ido a casa a pasar el fin de semana,

simplemente porque en ese momento ha terminado de redactar el comunicado de

prensa o quiere empezar a trabajar en otra cosa. Jobs, en cambio, trataba cada

presentación y cada aparición en los medios como algo precioso. Musk no puede

permitirse el lujo de trabajar de ese modo. «No tengo días para practicar —

afirma—. Tengo que hablar improvisando, y los resultados pueden ser

variables.»

En cuanto al detalle de que Musk esté guiando la industria tecnológica a

nuevas alturas, como Gates y Jobs, los opinadores profesionales no se ponen de

acuerdo. Para algunos, SolarCity, Tesla y SpaceX no constituyen realmente una

gran esperanza para una industria a la que le vendrían bien unas cuantas

innovaciones exitosas. Para otros, Musk es auténtico, la estrella más

resplandeciente de una revolución tecnológica que está a la vuelta de la esquina.

El economista Tyler Cowen —que en los últimos años ha conseguido cierta

fama por sus perspicaces artículos sobre el estado de la industria tecnológica y

sus ideas sobre su futuro— pertenece al primer grupo. En The Great Stagnation

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