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Elon Musk El empresario que anticipa el futuro

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noche y todo el mundo estaba allí —recuerda Ankenbrandt—. No me lo podía

creer. Llamé a Elon una y otra vez, pero estaba en el avión.» Cuando Musk llegó

a su destino, Thiel le había quitado el puesto.

Cuando Musk se enteró de lo que había sucedido, se subió al primer avión

con destino a Palo Alto. «Fue traumático, pero debo reconocer que Elon lo

encajó bastante bien», cuenta Justine. Durante un breve período de tiempo, Musk

intentó contraatacar. Instó al consejo de administración a reconsiderar su

decisión. Pero cuando estuvo claro que la empresa había pasado página, Musk se

rindió. «Hablé con Moritz y algunos otros —recuerda Musk—. No se trataba

tanto de que yo deseara ser el director general como de que sabía que había que

hacer cosas muy importantes, y si yo no ocupaba el cargo no estaba seguro de

que sucedieran. Pero entonces hablé con Max y Peter, y me pareció que ellos

harían que ocurrieran. Y me di cuenta de que aquello no era el fin del mundo.»

Aquello no les gustó nada a muchos de los empleados de X.com que habían

acompañado a Musk desde la fundación de la empresa. «Me quedé pasmado y

furioso —explica Stoppelman—. Para mí, Elon era como una estrella de rock.

Aquello era una mierda y no dejé de decirlo. Pero en el fondo sabía que la

empresa estaba marchando bien. Era como una nave espacial y no pensaba

abandonarla.» Stoppelman, que entonces tenía veintitrés años, entró en la sala de

conferencias y les recriminó su conducta a Thiel y Levchin. «Me dejaron que me

desahogara, y su reacción fue uno de los motivos de que me quedara.» A otros

no se les pasó la rabia. «Se hizo de forma marrullera y cobarde —afirma

Branden Spikes, ingeniero de Zip2 y X.com—. Quizá habría podido apoyarlo si

Elon hubiera estado presente.»

Hacia junio de 2001, la influencia de Musk en la empresa se iba debilitando

rápidamente. Aquel mes, Thiel cambió el nombre de X.com por PayPal. Musk

rara vez perdona un desaire; sin embargo, durante aquel calvario demostró un

control increíble. Adoptó el papel de consejero, siguió invirtiendo en la empresa

y no dejó de comprar acciones; de hecho, era el mayor accionista de PayPal. «Lo

normal habría sido que alguien en la posición de Elon fuera implacable y

vengativo, pero él no lo fue —dice Botha—. Apoyó a Peter. Fue muy noble por

su parte.»

Los siguientes meses serían cruciales para el futuro de Musk. La burbuja de

internet estaba a punto de explotar, y todo el mundo quería recuperar su dinero.

Cuando los ejecutivos de eBay se interesaron en adquirir PayPal, la mayoría se

inclinaba a vender, y vender rápido. Sin embargo, Musk y Moritz instaron al

consejo de administración a rechazar diversas ofertas y aguantar hasta que

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