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Elon Musk El empresario que anticipa el futuro

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negocio con el mismo concepto. O’Reilly quería una compensación por haber

sido el creador original de aquella idea. Pasó dos años intentando construir su

caso contra Musk, y el legajo que llegó al juzgado constaba de cientos de

páginas. O’Reilly presentó declaraciones juradas de testigos que apoyaban su

versión. Sin embargo, un juez descubrió que el caso de O’Reilly carecía de la

base legal necesaria debido a ciertos problemas relacionados con la forma en que

había cancelado su propio negocio, y en 2010 le ordenó abonar 125.000 dólares,

las costas legales de Musk. Han pasado unos cuantos años desde entonces, pero

Musk aún no le ha exigido a O’Reilly que pague.

Mientras jugaba a los detectives, O’Reilly encontró cierta información

sobre el pasado de Musk que es seguramente más interesante que lo declarado en

la denuncia. Descubrió que la Universidad de Pensilvania le concedió su

titulación a Musk en 1997, dos años después de lo que afirmaba Musk.

Telefoneó a la secretaría de la universidad y confirmó aquel descubrimiento. Las

copias de los registros de Musk mostraban que se había graduado por partida

doble, en economía y en física, en mayo de 1997. O’Reilly citó al responsable de

la secretaría de Stanford para verificar que había sido admitido en 1995 para

realizar su doctorado en física. «A partir de la información que nos ha

proporcionado, no hemos podido encontrar en nuestras oficinas ningún registro

sobre Elon Musk», escribió el director de admisión de posgraduados. Durante el

desarrollo del caso se solicitó al abogado de Musk que presentase algún

documento que demostrase la inscripción en Stanford, pero el abogado rechazó

la petición y la calificó de «excesivamente engorrosa». Me puse en contacto con

unos cuantos profesores de física de Stanford que habían dado clases en 1995;

algunos no me respondieron, otros no recordaban a Musk. Doug Osheroff,

ganador del Premio Nobel y jefe de departamento en aquella época, dijo: «Creo

que no conocí a Elon, y estoy bastante seguro de que no estuvo en el

departamento de física».

En los años siguientes, los enemigos de Musk se apresuraron a traer a

colación las incoherencias que rodeaban la inscripción en Stanford. Cuando

Martin Eberhard lo demandó, su abogado introdujo en el caso la investigación de

O’Reilly. Y a lo largo de mis entrevistas, algunos de los detractores de Musk

procedentes de Zip2, PayPal y los primeros tiempos de Tesla afirmaron

tajantemente que creían que Musk había mentido sobre su paso por Stanford

para engordar su currículo cuando empezó a abrirse camino como emprendedor,

y después de que Zip2 arrancase ya no pudo desdecirse de la historia.

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