09.05.2013 Views

Angusola y los cuchillos

Angusola y los cuchillos

Angusola y los cuchillos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Qué has descubierto? —le preguntó Prado con malicia—.<br />

Parece que el inglés, como el diablo, pagaba mal<br />

a quien bien le sirva.<br />

—¿Crees tú que …?<br />

Con su simple vista de marino, Prado había visto más<br />

que Morey con <strong>los</strong> prismáticos.<br />

—Creo lo que tú —concluyó sonriendo.<br />

Prado y Morey bajaron a un bote. No habían dicho aún<br />

nada a Quesada y Aguilera sobre la defección de Vigo y<br />

Eduvigis. Simplemente, Prado no le había dado importancia.<br />

Pero ahora algo le intrigaba verdaderamente.<br />

—Fíjate. Juntos hasta la muerte.<br />

Su tono tenía ahora algo de trágico y cruel. Encallado,<br />

con la proa hundida en una grieta del banco, había<br />

un bote viejo, abandonado. El sol se hundía entonces<br />

en el mar, alargando, sobre un fondo azul claro, unas<br />

sombras ramificadas. Derribados sobre el borde había<br />

dos cuerpos, todavía por descomponer. Uno de el<strong>los</strong> —el<br />

de Eduvigis— tenía algunas brechas abiertas en el rostro<br />

por <strong>los</strong> picotazos. Prado disparó varios tiros para<br />

ahuyentar las gaviotas, que se desparramaron alborotadas.<br />

En el rostro de Vigo había dos manchas todavía<br />

por secar. Prado se inclinó sobre el desertor, desde su<br />

bote, y le apresó la muñeca.<br />

—Vive todavía —dijo.<br />

Instintivamente, Morey desenvainó el machete, haciendo<br />

con él un floreo en el aire. Prado le contuvo el brazo.<br />

—No. Déjalo que duerma. No despertará.<br />

Luego se inclinó sobre la mujer. Llevaba todavía su<br />

traje de hombre, pero a Vigo le habían quitado el cuchillo.<br />

En el bote no había remos, ni víveres ni nada, salvo<br />

<strong>los</strong> dos cuerpos, medio hundidos en el agua que llenaba<br />

el bote. Sólo <strong>los</strong> dos cuerpos, uno muerto, y el otro,<br />

desfallecido de muerte. Además de <strong>los</strong> picotazos, ambos<br />

tenían señales de haber sido golpeados en la cabeza.<br />

En todo lo que alcanzaba la vista no se veía una vela<br />

ni un soplo de humo.<br />

104

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!