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Angusola y los cuchillos

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Hacía tiempo que mamá no cosía. El primer día que<br />

bajó a buscar costura volvió tarde y se sentó en el portal<br />

a mecerse con furia. El viejo hizo la comida, con <strong>los</strong><br />

mandados de Caruca, y luego meció a la niña hasta<br />

dormirla. Al fin se fue también al portal y ambos (mis<br />

viejos) se mecieron callados.<br />

Mi madre no había encontrado costura aquel día.<br />

Ambos siguieron meciéndose, sin hablarse, todo el tiempo.<br />

Mamá se levantó dos veces a echar más agua a la<br />

borra, calentarla, y traer el café a la mesita del portal<br />

para <strong>los</strong> dos. Todavía sin hablarse. Así era siempre. Era<br />

como si lo que sufrían les estuviera comiendo, por dentro,<br />

las palabras. Luego, a lo mejor, el viejo se levantaba,<br />

estallando. Se ponía de pie braceando, tiraba golpes<br />

al aire, decía que iba a acabar. No decía con qué. Tan<br />

sólo acabar.<br />

—Tú vete a dormir —me dijo esta noche—. ¿Qué hace<br />

un fuñingue como tú levantado a estas horas?<br />

Mamá no parecía verme. Seguía meciéndose, mirando<br />

a la noche por encima de <strong>los</strong> mangos del Yerbero. Yo<br />

me había sentado en la repisa frente a el<strong>los</strong>, mirándo<strong>los</strong>.<br />

Desde allí, abajo, veía sus rostros blancos, moviéndose,<br />

en el aire oscuro.<br />

—¡Vete de aquí! —me gritó él—. Vete a la cama. Mira<br />

a ver cómo está tu hermanita.<br />

Mamá se puso en pie y fue a ver, ella misma, la niña.<br />

Esta estaba sentada en la cuna, despierta, callada, mirando<br />

a la noche. Papá se había parado también y estaba<br />

mirando a través del mamparo. La luz que había en<br />

la casa era de luna y estrellas, y entraba por las ventanas<br />

y las grietas de las tablas.<br />

—Tú vete a la cama —el viejo me empujó al otro cuarto.—<br />

¡No tienes que estar mirando a esta hora!<br />

Quizás fuera más de las doce. Por la mañana <strong>los</strong> dos<br />

se habían ido y la negra estaba dando la leche a la niña.<br />

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