Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
arriba, hacia La Caverna, en gestos que parecían de<br />
espanto.<br />
El lugar donde estaba tenía como un dosel que lo protegía<br />
del lado de La Caverna. Los tres terrícolas habían<br />
entrado bajo aquel techo, y estaban a unos veinte o treinta<br />
metros de ELLA cuando sintieron un hondo y extraño<br />
retemblor. Pareció exp<strong>los</strong>ión inmensa, lejana y profunda,<br />
pero no sintieron más que la vibración, y como el<br />
lejano hueco de un trueno. Pero al instante una fantástica<br />
luminosidad cubrió <strong>los</strong> Andes. Demoró como un<br />
minuto. Cuando se hubo apagado, una lluvia de piedras<br />
azotó la tierra. Los tres terrícolas continuaron agachados,<br />
donde estaban, hasta que hubo pasado. Duró<br />
unos cinco minutos. Ella continuó plegada contra el<br />
muro, sin moverse. Por entonces había empezado a<br />
amanecer.<br />
Huasca fue entonces despachado a ver lo ocurrido.<br />
Viéndolo partir, ELLA empezó a emitir una variada serie<br />
de sonidos, acompañados de gestos de manos (pero NO<br />
de cabeza), como <strong>los</strong> de <strong>los</strong> mudos. A veces eran como<br />
gorjeos, otras, como gritos de dolor agudo (pero su voz<br />
no era aguda), otras, como una rica variedad de<br />
modulaciones musicales abstractas. Su voz era fuerte,<br />
sonora, muy variada y extrañamente armoniosa. Detrás<br />
de cada “palabra” dejaba una resonancia lánguida,<br />
y como suplicante .<br />
Román creyó entender que la visión aconsejaba a<br />
Huasca que no fuera arriba, al lugar de la exp<strong>los</strong>ión: que<br />
advertía de algún peligro. Entonces Román mandó al indio<br />
por una ruta divergente hacia el pico. El indio volvió<br />
al caer de la tarde todo asombrado. El pico donde había<br />
estado La Caverna se había pulverizado. Nada quedaba<br />
de él, salvo un montón de cascajo. En el aire flotaba un<br />
polvo opresor.<br />
Por entonces La Visión parecía algo sosegada, pero<br />
como oprimida, y presa de horrible tortura.<br />
114