Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Pablo. Demetrio tiró un medio por entre las mujeres al<br />
mostrador y pidió un aguardiente, y avanzó tropezando<br />
con Monet y haciéndolo virar en redondo. El porquero<br />
no se podía volver contra Demetrio. El gallero le sacaba<br />
la cabeza y sus puños duros parecían hechos para hundirse<br />
en la carne del porquero. Demetrio escupía siempre<br />
delante de Monet.<br />
—¡Ese, ese!— el porquero se volvió contra tío Pablo,<br />
que empezaba a replegarse. —¡Este cogió <strong>los</strong> periódicos<br />
y <strong>los</strong> escondió para que nadie supiera la noticia! ¿Ustedes<br />
no saben la noticia? Es la noticia más grande de la<br />
historia. ¡Cayó Alemania!¡Hoy es el día de la victoria!<br />
Tío Pablo había bajado de la repisa de la bodega, se<br />
había alejado unos pasos por el camino, se paró en seco,<br />
sin volverse. La noticia, así hablada, así pronunciada,<br />
le hirió en la nuca como una flecha. Continuó allí, paralizado,<br />
temblando, Monet avanzó unos pasos tras él,<br />
repitiendo, martillando, la misma noticia. Después se<br />
volvió hacia las mujeres y empezó a poner texto al cintillo,<br />
hablando de prisa, rolando entre ellas como una<br />
mujer más en pantalones.<br />
Demetrio se desprendió entonces del mostrador y<br />
marchó lentamente calzada arriba, desviándose del camino<br />
que había seguido tío Pablo.<br />
Este no lo vio. En todo caso, no podía ahora pensar<br />
en Demetrio.<br />
Monet seguía poniendo borra a la noticia. A <strong>los</strong> bodegueros<br />
se les habían paralizado las manos con que despachaban<br />
en el aire.<br />
—¿Pero eso es cierto?<br />
Todavía tío Pablo oyó esta pregunta. Un instante después<br />
subía a galope un mandadero a caballo agitando en<br />
alto, como una bandera, otro periódico con la misma noticia.<br />
Monet se tiró a cogerlo y lo agitó confirmadoramente<br />
ante <strong>los</strong> presentes. Tío Pablo se volvió temblando lentamente.<br />
La gente se había apiñado en torno a Monet y su<br />
154