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Angusola y los cuchillos

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terminaría todo aquello. Tenía la certeza de que todo<br />

saldría según mis planes, pero cuando se acercaba el<br />

momento comencé a flaquear. A flaquear, no a coger<br />

miedo. Comencé a ver el hombre caminando a mi lado,<br />

desenvainando el machete luego y cayendo al fin, traspasado<br />

por una bala. La burla quedaba vengada, pero<br />

el hecho era vulgar. Había cometido el crimen imaginativamente<br />

y estaba al otro día de su realización. No habría<br />

criminales en el mundo si cada uno estuviera dotado<br />

de la suficiente fuerza de imaginación para colocarse<br />

un día después del acto. Yo estaba allí. Veía el hecho y<br />

las consecuencias. Veía a mi familia, gimoteando en<br />

torno, y oía las alabanzas del vecindario. El<strong>los</strong> son así.<br />

Así eran las gentes con quienes me topé más tarde, más<br />

o menos.<br />

(Por su imaginación pasa un largo silencio, y luego:)<br />

—Un crimen es una cosa vulgar. Un crimen se comete<br />

sin ningún motivo. ¿Sabe nadie por qué? Casi siempre<br />

por un impulso misterioso, por un mandato fatal.<br />

En mi familia se han dado algunos de esos casos. Un<br />

hermano mío se está pudriendo, seguramente, en alguna<br />

prisión, y mi padre estuvo a punto de seguirlo. Un<br />

ganadero de la vecindad dijo una vez que <strong>los</strong> Montejo<br />

llevábamos una maldición en las entrañas. Exageraciones.<br />

Yo he visto que todos llevamos algo ahí, no maldiciones,<br />

pero algo. Verdad que a mi padre le daban<br />

ataques de rabia y que una vez cogió a mi madre por el<br />

pelo y la arrastró hasta el brocal del pozo. Nadie se explica<br />

por qué. Y verdad también que a mi hermano le<br />

ocurrió lo mismo cuando clavó la mocha en el cráneo de<br />

aquel gallego, y que a mí…<br />

Pero yo resistí aquella vez. Cuando todos <strong>los</strong> vecinos<br />

dieron en hablar en voz alta de mí y a inventar anécdotas,<br />

hui del Sitio. No supieron más de mí, según creo, a no ser<br />

por <strong>los</strong> diarios, si acaso. ¿Qué me importa lo que todos<br />

hayan pensado? A lo mejor <strong>los</strong> periódicos les habrán<br />

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