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Angusola y los cuchillos

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Agua y luna. No había tierra a la vista y él no sabía<br />

orientarse por las estrellas. ¿Cuánto tiempo había remado?<br />

¿Y en qué dirección habría remado? No tenía la<br />

menor idea. Un nuevo terror empezó a nacer en su alma,<br />

contrapuesto a aquel otro que le había movido y sofocándolo.<br />

Una sombra se había sobrepuesto a otra. Un<br />

terror había sido sustituido por otro. Pero la hélice aquella,<br />

parecía ahora atorada. Se puso a <strong>los</strong> remos y empezó<br />

a tirar nuevamente de el<strong>los</strong>. Pero ahora no había una<br />

cinta blanca que lo guiara. Se detuvo de nuevo y miró al<br />

cielo. Había estrellas por todas partes. Estrellas grandes<br />

y pequeñas, brillantes y opacas, pero estrellas iguales,<br />

todas ellas. Sabía que estaba al norte de la Isla, pero<br />

el sur, ¿hacia dónde quedaba? ¿Quizás bajo aquella estrella<br />

grande que tanto brillaba? ¡Imposible saberlo!<br />

Le sacudió un estremecimiento. Trató de infundirse<br />

nuevas fuerzas. Apretó desesperadamente <strong>los</strong> remos.<br />

Todavía logró impulsar el bote, pero se le iba a un lado<br />

y a otro, y la estrella grande aparecía a veces a proa,<br />

otras a popa, otras por un costado. Persistió aún en el<br />

empeño, enderezando siempre la proa hacia esa estrella,<br />

que le fascinaba. Pronto el dolor se había hecho tan<br />

fuerte, que una vez que se inclinaba adelante, temía<br />

enderezarse. Con todo, aún persistió, porque el miedo a<br />

quedarse sin fuerzas le movía a agotar pronto las que le<br />

quedaban. Ahora todo su pensamiento estaba puesto<br />

en la costa. ¿Cuánto podía haberse alejado de ella? ¿Y<br />

hacia dónde quedaría la costa?<br />

¡Imposible saberlo! ¡Imposible saber nada! ¿Pero quién<br />

quería saber nada? Ahora, como antes, toda su alma<br />

estaba puesta en huir, huir, huir de la libre inmensidad<br />

a que en su espanto se había precipitado y hacia la cual<br />

seguía remando, más y más, con sus últimas fuerzas.<br />

Bohemia. La Habana, año 39, número 26; 29 de junio, 1947, pp.<br />

12-13;19 y 72-74.<br />

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