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Angusola y los cuchillos

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—Te voy a decir un secreto (y antes de que siguiera<br />

me estremecí y volví a sujetarme a mí misma). Ahora<br />

puedo decírtelo. Me iban a quitar mi puesto. Lo sabía.<br />

Por eso me di prisa, escribí a Martín. Ahora voy a ser yo<br />

el que <strong>los</strong> bote. No les voy a dar el chance...<br />

Giró torpemente sobre sí mismo, riendo por lo bajo.<br />

Pero no volvió a mirarme a la cara. Yo estaba distraída,<br />

en blanco, sin pensar en nada. Le dije en voz blanca:<br />

—¿Qué tú decías?<br />

—Ah, sí —me mostró <strong>los</strong> dientes—. La casa. Ahora<br />

vas a tener que complacerme. Quiero irme tranquilo.<br />

Vamos a ir a verla esta tarde.<br />

Pensé rápidamente. Tenía que buscar un pretexto. Otra<br />

vez tenía que contenerme. Otra vez NO podía lastimarlo.<br />

—No podré —le dije—. Mañana, en tal caso, o el lunes.<br />

Tengo que bajar a La Habana, a entregar la ropa.<br />

Intentó persuadirme, pero yo había hallado algo de<br />

mi viejo yo falso. Le dije:<br />

—No hay por qué apurarse. De todos modos, no habrá<br />

tiempo. Tú te vas el domingo por la noche, ¿no es<br />

cierto? No te ocupes. Luego yo podré comprarla.<br />

—¿No me engañas— su voz era ansiosa y cándida—.<br />

Mira que te conozco la manía. —Y en voz íntima—. Mira<br />

mi Sol, el dinero guardado no sirve; y luego se gasta. La<br />

casa queda. Me iré más tranquilo...<br />

No le dejé acabar. Estaba otra vez en mis tablas:<br />

—No tengas cuidado —lo tranquilicé—. No soy una<br />

niña. Sé defenderme. Vete tranquilo, mi viejo. ¡Yo compraré<br />

la casa!<br />

Pareció convencido. Volvió a abrazarme, pero no dio<br />

tiempo a que le mirara a <strong>los</strong> ojos. Tiró del saco, se lo echó<br />

al hombro, se puso el pajilla sobre un lado, y salió de<br />

prisa. Lo seguí con la vista, hasta la calzada. Luego yo<br />

también bajé a La Habana.<br />

II<br />

Era tarde cuando volvimos, casi al mismo tiempo, pero<br />

no juntos. Empezó por decir que había llevado el saco<br />

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