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Angusola y los cuchillos

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Román y Serena habían tenido tiempo de observarla<br />

bien en la luz del día. Con mucho tacto, no intentaron<br />

acercársele a menos de cinco metros. A veces ella se<br />

plegaba y encogía contra el muro de roca, como un erizo.<br />

Otras se ponía de pie, daba unos pasos, se volvía a<br />

derecha e izquierda, como un maniquí; movía mucho<br />

las manos y <strong>los</strong> brazos, hacía girar <strong>los</strong> ojos, y un poco la<br />

cabeza en un gesto que parecía de desesperación; miraba<br />

al cielo.<br />

Los terrícolas abrieron unas latas de conservas y<br />

empezaron a comer delante de ELLA. ELLA <strong>los</strong> miró con<br />

asombrada atención, señaló con la mano hacia arriba<br />

(a la desaparecida Caverna) e hizo una serie de gestos<br />

extraños, pero que Román interpretó como que Los Otros<br />

(<strong>los</strong> visitantes) no comían así. Román echó una lata de<br />

carne hacía Ella, pero Ella la miró y se echó para atrás,<br />

en un gesto de repulsión. Después tomaron agua de<br />

una cantimplora. Ella se echó un poco adelante, pero<br />

cuando se la ofrecieron tampoco se atrevió a tocarla.<br />

Seguidamente encendieron fuego. Ella pareció alegrarse.<br />

No tuvo miedo. Lo miró muy fijamente, y volvió a<br />

hacer señas hacia arriba, Román creyó entender que<br />

<strong>los</strong> visitantes no tenían fuego. Sin duda habían dejado<br />

muy atrás la Era del Fuego. En cambio, ella y <strong>los</strong> Suyos<br />

(quienes quiera que fueran) no. Ella no era, pues, de la<br />

misma “raza” ni del mismo “mundo”que <strong>los</strong> visitantes.<br />

Ella había sido, quizás, secuestrada. Tal vez la habrían<br />

recogido en su viaje.<br />

Esa noche apareció especialmente despejada y la luna,<br />

casi llena, se había levantado frente a la cavidad de<br />

roca donde estaban. Ella se puso de pie, extendió las<br />

“orejeras”, o toca membranosa, a lo largo de las mejillas;<br />

extendió el brazo hacia la luna y se quedó contemplándola,<br />

en una actitud como suplicante. En tanto,<br />

emitía algo así como un canto o rezo tristísimo.<br />

Todo el día Serena le había estado haciendo dibujos.<br />

Luego se <strong>los</strong> mostraba. Ella parecía en extremo<br />

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