TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
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En sentido contrario, pero ratificándose el<br />
concepto, el jesuita mestizo Blas Valera apuntó<br />
446 :<br />
llamábase rico el que tenía hijos y familia...<br />
<strong>El</strong>udir el celibato forzoso fue quizá la circunstancia<br />
que empujó a algunos hombres <strong>de</strong><br />
los pueblos conquistados a disfrazarse. Entre<br />
los kollas, por ejemplo, se <strong>de</strong>scubrió que muchos<br />
se vestían <strong>de</strong> mujer.<br />
En el contexto <strong>de</strong>l que venimos hablando,<br />
para muchos kollas –y seguramente también<br />
a varones <strong>de</strong> otras naciones dominadas–, vestirse<br />
<strong>de</strong> mujer fue, muy probablemente, una<br />
estratagema que les permitió superar furtivamente<br />
la violenta restricción <strong>de</strong>l celibato forzoso<br />
a que en la práctica los con<strong>de</strong>naron los<br />
conquistadores inkas.<br />
La acción <strong>de</strong> disfrazarse <strong>de</strong> mujer fue, sin<br />
embargo, una <strong>de</strong>cisión que habría <strong>de</strong> resultar<br />
doblemente riesgosa.<br />
En primer lugar, porque expresamente lo<br />
prohibía y severamente castigaba la legislación<br />
inka. Y en segundo lugar porque, sacada<br />
<strong>de</strong> su verda<strong>de</strong>ro contexto histórico–social, y<br />
a partir <strong>de</strong> prejuicios, habría <strong>de</strong> ser visto –como<br />
la vio el cronista y sacerdote Ramos Gavilán<br />
447 y habrían <strong>de</strong> verla <strong>de</strong>spués muchos<br />
otros–:<br />
como una acción <strong>de</strong> hombres malvados,<br />
nada honrados, <strong>de</strong> malos instintos y costumbres<br />
dudosas,<br />
en referencia, sin duda, a un presunto homosexualismo.<br />
En relación con esos hechos, pue<strong>de</strong> también<br />
ubicarse la legislación inka sobre conducta<br />
pública y privada que recopiló el historiador<br />
Valcárcel 448 , y cuya autoría otorgan los<br />
cronistas al Inka Pachacútec. De hecho, si<br />
sólo un porcentaje <strong>de</strong> los afectados con el<br />
“celibato forzoso” respondía a su violenta situación<br />
con actos <strong>de</strong> violencia sexual, tal circunstancia,<br />
sin duda, explica que la élite dominante<br />
<strong>de</strong>cidiera tipificar esos <strong>de</strong>litos y reprimirlos.<br />
Esa legislación, por ejemplo –como también<br />
han registrado Garcilaso, Huamán Poma<br />
y el padre Salinas 449 –puso énfasis en indicar<br />
que la perversión, el afeminamiento, el homosexualismo,<br />
el estupro, el rapto y la violación<br />
eran severamente castigados. Todo aquel<br />
que tenía relaciones sexuales con una<br />
aclla –recordémoslo–, era con<strong>de</strong>nado a <strong>muerte</strong><br />
conjuntamente con ella 450 .<br />
Los forzadores y estupradores –afirma<br />
Huamán Poma 451 – fueron con<strong>de</strong>nados también<br />
a <strong>muerte</strong>, colgándoseles <strong>de</strong> los cabellos,<br />
y muertos a pedradas –abunda Kauffmann<br />
452 –. Los que se masturbaban en público –dijo<br />
asombrosamente a su turno el cronista Murúa<br />
453 – eran expulsados <strong>de</strong> su pueblo por un mes.<br />
Finalmente, el cronista Sarmiento <strong>de</strong> Gamboa<br />
454 registró su sorpresa al constatar el<br />
“abominable uso <strong>de</strong> bestias” –léase auquénidos–<br />
al que recurrían muchos hombres para<br />
satisfacer sus ímpetus sexuales.<br />
Ratificando nuestra sospecha <strong>de</strong>l camuflado<br />
clima <strong>de</strong> violencia sexual que se vivía<br />
en el Imperio Inka, las jóvenes y vírgenes<br />
acllas, al salir a la calle, lo hacían acompañadas<br />
<strong>de</strong> una mujer adulta y con escolta <strong>de</strong><br />
guardias armados –refiere Del Busto 455 –. Y<br />
para atenuar los riesgos <strong>de</strong> violación, los porteros<br />
<strong>de</strong> los locales don<strong>de</strong> residían y se formaban<br />
las acllas, habían sido precautoriamente<br />
castrados –refiere el mismo autor 456 –.<br />
Eran, pues, eunucos.<br />
¿Dirá la historiografía tradicional que la institución<br />
<strong>de</strong>l eunuconaje –porque así la llamaremos –no<br />
era idéntica a la que se practicó, por idénticos propósitos<br />
–y razones –en la vieja historia europea y asiática?<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 100