TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
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<strong>de</strong> su sumisión y docilidad colectiva, <strong>de</strong>pendía<br />
la vida <strong>de</strong> los rehenes.<br />
<strong>El</strong> reclutamiento <strong>de</strong> hombres para las<br />
huestes militares 135 , <strong>de</strong> mitimaes y yanaconas,<br />
y <strong>de</strong> aquellos que eran colocados como<br />
“carne <strong>de</strong> cañón” en las guerras 136 ; la captura<br />
<strong>de</strong> especialistas 137 , y la captura <strong>de</strong> mujeres<br />
para asignarlas como acllas y mamaconas 138 ;<br />
todo ello neutralizaba los arrestos <strong>de</strong> belicosidad<br />
y potencial rebeldía <strong>de</strong> los pueblos conquistados.<br />
Pero a<strong>de</strong>más permitía engrosar el ejército<br />
y la fuerza <strong>de</strong> trabajo 139 al servicio <strong>de</strong>l proyecto<br />
imperial. Las cínicas conquistas “diplomáticas”<br />
dieron pues gran<strong>de</strong>s resultados<br />
en el proceso <strong>de</strong> expansión imperial.<br />
No obstante –a<strong>de</strong>lantándonos al <strong>de</strong>senlace<br />
final–, sorpren<strong>de</strong>ntemente, durante la<br />
guerra civil imperial que precipitó la caída<br />
<strong>de</strong>l Tahuantinsuyo, ninguna gestión diplomática,<br />
ni sincera ni ficticia, logró tener ningún<br />
éxito.<br />
En aquellas dramáticas circunstancias,<br />
en múltiples ocasiones los emisarios <strong>de</strong> las<br />
partes terminaron <strong>de</strong>sollados vivos –refiere<br />
Del Busto 140 –. O fueron “pasados a cuchillo”<br />
–registra Cossío <strong>de</strong>l Pomar 141 , que agrega–<br />
había “una sola respuesta para los dos bandos:<br />
la <strong>muerte</strong>”.<br />
Las conquistas militares<br />
Las más gran<strong>de</strong>s e importantes conquistas<br />
y reconquistas se hicieron efectivas por la<br />
vía militar. Y dieron lugar a terribles represalias.<br />
A <strong>de</strong>specho <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s méritos y aciertos,<br />
Toynbee –como muchos otros historiadores, europeos<br />
y americanos–, <strong>de</strong>sconocieron las evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> tenaz<br />
y prolongada resistencia que ofrecieron muchos pueblos<br />
andinos a la expansión <strong>de</strong>l Imperio Inka. De allí<br />
que, erróneamente, hayan creído que todos los pueblos<br />
<strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s aceptaron con pasiva docilidad la<br />
“Pax Incaica” 142 .<br />
Sin embargo, y a la luz <strong>de</strong> cuanto habremos <strong>de</strong><br />
ver, resulta harto cuestionable que –hoy en día–, se siga<br />
i<strong>de</strong>alista y acientíficamente sosteniendo –como lo<br />
hace la historiadora Liliana Regalado 142a –, que “el dominio<br />
incaico se afirmaba justamente en el equilibrado<br />
manejo” <strong>de</strong> los siguientes factores: “la actividad<br />
bélica, la acumulación y distribución <strong>de</strong> productos diversos,<br />
el prestigio religioso, las alianzas, etc.”.<br />
<strong>El</strong> primer gran triunfo bélico –recordémoslo<br />
una vez más –fue el que se obtuvo sobre<br />
los chankas que hacia 1438 dC habían<br />
intentado conquistar nuevamente el Cusco.<br />
En represalia, Pachacútec impuso a los<br />
invasores chankas cruel castigo que sembró<br />
terror y espanto. A ese respecto el cronista<br />
Cabello Valboa recogió los siguientes testimonios<br />
143 :<br />
Degolló a los principales, hizo clavar sus<br />
cabezas en las picas; a otros ahorcó o<br />
quemó, a otros empaló y <strong>de</strong>solló vivos; y<br />
reservó los cráneos para usarlos como<br />
vasos en sus banquetes...<br />
<strong>El</strong> historiador Riva Agüero no dudó en<br />
recordar que todo ello fue “<strong>de</strong> una atrocidad<br />
oriental asiria” 144 .<br />
Sin <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> lo que hemos planteado en páginas<br />
prece<strong>de</strong>ntes –porque la precisión que vamos a recoger<br />
<strong>de</strong> Valdivia Carrasco no necesariamente contradice<br />
la <strong>de</strong> Garcilaso <strong>de</strong> la Vega–, planteamos aquí<br />
que muy probablemente esos feroces acontecimientos<br />
<strong>de</strong> represalia habrían sido los que dieron origen al rebautizo<br />
<strong>de</strong> la tierra chanka como “Aya Kucho”, que<br />
–según Valdivia Carrasco 145 –, en quechua significa<br />
“rincón <strong>de</strong> los muertos”.<br />
En medio <strong>de</strong> las drásticas represalias que<br />
sufrieron, parte <strong>de</strong> los chankas se habrían salvado<br />
<strong>de</strong> ser exterminados huyendo e inter-<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 54