TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
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Pease 610 , que agrega –“y ello se <strong>de</strong>bía sobre<br />
todo a que (...) el régimen colonial recién<br />
instalado no les prestó la atención acostubrada”.<br />
Aún cuando la razón esgrimida por nuestro<br />
historiador es <strong>de</strong>l todo cierta, no es objetivamente<br />
una razón suficiente.<br />
En primer lugar, porque en los caminos<br />
andinos prehispánicos –como en los <strong>de</strong> hoy–,<br />
y específicamente aquellos que por centurias<br />
se forjaron por el tránsito peatonal consuetudinario,<br />
no se percibe un gran <strong>de</strong>terioro sino<br />
en décadas.<br />
En segundo lugar, prescin<strong>de</strong> Pease <strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rar que resulta inimaginable que el<br />
po<strong>de</strong>r imperial inka se preocupara en mantener<br />
caminos durante los casi siete años que<br />
duró la “guerra civil” entre Huáscar y Atahualpa.<br />
Y en tercer lugar, ¿por qué <strong>de</strong>bemos seguir<br />
insistiendo en la presunción <strong>de</strong> que alguna<br />
vez el po<strong>de</strong>r imperial se preocupó realmente<br />
en mantener los caminos secundarios,<br />
y el resto <strong>de</strong> la red caminera, si por ellos nunca<br />
transitó el grueso <strong>de</strong> los ejércitos y menos<br />
aún la comitiva real? ¿No es tiempo ya <strong>de</strong><br />
que nos formulemos seriamente esa hipótesis?<br />
¿Es tan difícil imaginar que mantener en<br />
buenas condiciones 40–50 mil kilómetros <strong>de</strong><br />
vías en los An<strong>de</strong>s, supone un presupuesto<br />
gigantesco? ¿No es acaso esa misma la razón<br />
por la que la red vial peruana <strong>de</strong> hoy es francamente<br />
<strong>de</strong>plorable?<br />
¿Por qué habría <strong>de</strong> gastar el po<strong>de</strong>r imperial<br />
en ello una suma inconmensurable, si objetivamente<br />
no le iba a redituar ningún beneficio<br />
adicional, sino que, por el contrario,<br />
sólo beneficiaría a los hatunrunas? ¿Acaso<br />
no es obvio, por último, que cualquier egreso<br />
adicional sólo implicaría sacrificar los privilegios<br />
<strong>de</strong> la élite inka? ¿Po<strong>de</strong>mos imaginarla<br />
adoptando esa <strong>de</strong>cisión?<br />
<strong>El</strong> mantenimiento, mejoramiento y construcción<br />
<strong>de</strong> puentes formó lógicamente parte<br />
<strong>de</strong> la misma preocupación. Para cruzar cauces<br />
estrechos se construyó puentes <strong>de</strong> piedra.<br />
Incluso <strong>de</strong> piedra pulida, <strong>de</strong> manera tal que<br />
mostraban calzadas “muy bien hechas”<br />
–anota Del Busto 611 –. Y para cubrir cauces o<br />
quebradas muy gran<strong>de</strong>s, se fabricó puentes<br />
<strong>de</strong> mimbre tejido que llegaron a alcanzar hasta<br />
120 metros <strong>de</strong> largo 612 .<br />
Complementariamente, el servicio <strong>de</strong><br />
chasquis, la circulación <strong>de</strong> funcionarios, así<br />
como el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> los ejércitos, impuso<br />
la construcción <strong>de</strong> innumerables aposentos<br />
en los caminos. Dichos tambos servían<br />
pues <strong>de</strong> alojamiento, pero también como<br />
<strong>de</strong>spensa para los viajeros y sus animales, y<br />
a<strong>de</strong>más como arsenales.<br />
Situados a distancias <strong>de</strong> 15–20 kilómetros<br />
uno <strong>de</strong> otro, habrían sumado, sólo en la<br />
red central, algo más <strong>de</strong> mil unida<strong>de</strong>s. No<br />
obstante, el cronista Juan <strong>de</strong> Velasco 613 estimó<br />
que había entre 9 mil y 12 mil establecimientos<br />
<strong>de</strong> ese género, la mayor parte <strong>de</strong><br />
los cuales fueron trabajados en piedra.<br />
Cientos <strong>de</strong> colcas, construidas por lo general<br />
también <strong>de</strong> piedra, sirvieron para reunir<br />
la producción transitoriamente exce<strong>de</strong>ntaria<br />
<strong>de</strong> alimentos, tejidos, etc.<br />
En los caminos estaba prohibido el tránsito<br />
<strong>de</strong> los hatunrunas, salvo que estuvieran<br />
especialmente autorizados –expresa Del Busto<br />
614 –. Los mitimaes también estaban prohibidos<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>splazarse sin autorización 615 .<br />
Los hatunrunas y mitimaes, acarreando a los<br />
tambos y colcas la producción que tributaban,<br />
sólo podían <strong>de</strong>splazarse, bajo pena <strong>de</strong><br />
<strong>muerte</strong>, por los caminos y puentes que se les<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 141