19.05.2013 Views

TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net

TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net

TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

allí no se autocritica el sesgo occi<strong>de</strong>ntaloi<strong>de</strong>–,<br />

poco a poco fue ampliándose y diversificándose.<br />

Al conjunto <strong>de</strong> orejones se agregó<br />

una subalterna y postiza élite arribista, conformada<br />

por individuos que provenían tanto<br />

<strong>de</strong> los pueblos dominados, como <strong>de</strong> los estratos<br />

inferiores <strong>de</strong>l propio pueblo inka.<br />

Muchos autores reconocen a los orejones<br />

inkas como aristócratas o nobles “<strong>de</strong> sangre”<br />

405 . Y los otros –que según Del Busto tenían<br />

las orejas cortas 406 –, son <strong>de</strong>nominados “nobles<br />

<strong>de</strong> privilegio advenedizos”, si eran <strong>de</strong> otras<br />

naciones, y “nobles <strong>de</strong> privilegio recompensados”,<br />

si eran <strong>de</strong>l propio pueblo inka 407 .<br />

Entre los orejones, esto es, entre la élite<br />

originaria, quedaban repartidos los cargos <strong>de</strong><br />

emperador Inka, miembros <strong>de</strong>l consejo imperial,<br />

altos mandos <strong>de</strong> las jerarquías castrense<br />

y eclesiástica, y los más importantes cargos<br />

<strong>de</strong> la administración imperial 408 . Constituían<br />

ese grupo también sus antecesores vivos, sus<br />

esposas e hijos.<br />

Pachacútec, quizá <strong>de</strong> manera intuitiva pero<br />

sin embargo táctica, <strong>de</strong>cidió ampliar el espectro<br />

<strong>de</strong> privilegiados. Buscó acrecentar las<br />

fuerzas <strong>de</strong>l sector hegemónico, restando al<br />

propio tiempo las <strong>de</strong> los sectores dominados.<br />

Así –afirma Espinoza 409 –, los vencidos y<br />

humillados ayllus sauaseras y alcabizas –las<br />

antiguas víctimas <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong>l ayllu<br />

<strong>de</strong> Pacaritambo–, fueron por ejemplo parcialmente<br />

reivindicados, asignándoseles tierras y<br />

otorgándoseles consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>ferente. <strong>El</strong>los<br />

fueron, quizá, los primeros miembros <strong>de</strong><br />

la subalterna y postiza élite arribista.<br />

Cumplir el objetivo <strong>de</strong> ampliar la élite a<br />

cambio <strong>de</strong> servicios excepcionales, quizá no<br />

fue una tarea muy difícil. Probablemente era<br />

numeroso el espectro <strong>de</strong> candidatos, conservadores,<br />

oportunistas, pusilánimes y arribistas,<br />

al interior <strong>de</strong> los pueblos andinos.<br />

Así, entre los kurakas que a todo trance<br />

quisieron conservar sus privilegios, entre los<br />

que incondicionalmente se ofrecieron como<br />

aliados <strong>de</strong> la élite inka, entre los que mostraron<br />

sumisión y docilidad para abdicar <strong>de</strong><br />

su propio proyecto y asumir el proyecto imperial,<br />

entre los que estuvieron dispuestos a<br />

cualquier cosa para acce<strong>de</strong>r a mayores privilegios,<br />

entre todos ellos, se fueron llenando<br />

muchas <strong>de</strong> las vacantes administrativas que<br />

aparecían conforme el imperio ganaba batallas<br />

y crecía.<br />

Por lo <strong>de</strong>más, los kurakas locales realizaron<br />

un invalorable trabajo <strong>de</strong> intermediación<br />

en la transmisión <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes en activida<strong>de</strong>s<br />

productivas y militares, difusión técnica, ejecución<br />

<strong>de</strong> obras, recolección <strong>de</strong> tributos, administración<br />

civil y religiosa, etc. 410 , permitiendo<br />

salvar exitosamente barreras culturales<br />

en general e idiomáticas en particular. Y<br />

por todo ello fueron recompensados, entre<br />

otras modalida<strong>de</strong>s, pasando a formar parte<br />

<strong>de</strong>l sector dominante.<br />

En la recompensa que por sus servicios<br />

recibieron muchos kurakas, se concretaba la<br />

convergencia <strong>de</strong> sus intereses y objetivos con<br />

los <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r imperial.<br />

Incluso hatunrunas y soldados <strong>de</strong> distintos<br />

pueblos, y <strong>de</strong>l propio pueblo inka por supuesto,<br />

en razón <strong>de</strong> servicios excepcionales,<br />

accedieron a compartir algunos privilegios<br />

con la élite imperial.<br />

“Los casos más conocidos –afirma Del<br />

Busto 411 – son los <strong>de</strong> Quisquis y Ramiñahui,<br />

los generales <strong>de</strong> Atahualpa. <strong>El</strong> primero había<br />

sido barbero o <strong>de</strong>pilador <strong>de</strong> Huayna Cápac;<br />

el segundo un indio plebeyo o vulgar, simple<br />

aventurero afortunado”.<br />

<strong>El</strong> ejército, pues, se convirtió en eficaz,<br />

aunque muy selectivo, vehículo <strong>de</strong> ascenso<br />

social. Los privilegiados –dice Espinoza 412 –<br />

<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 94

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!