TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
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En el solsticio <strong>de</strong>l invierno austral, 21 <strong>de</strong><br />
junio, normalmente habían terminado las campañas<br />
<strong>de</strong> cosecha. Así, asegurado el principal<br />
abastecimiento alimenticio <strong>de</strong>l período siguiente,<br />
se daba paso a la gran celebración<br />
<strong>de</strong>l Inti Raymi, la fiesta más importante <strong>de</strong>l<br />
mundo andino y <strong>de</strong>l calendario inka.<br />
....es <strong>de</strong> notar –sigue diciendo Garcilaso–<br />
que los Reyes Incas (...) así como iban<br />
ganando las provincias, iban experimentando<br />
que, cuanto más se acercaban a la<br />
línea ecuatorial, tanto menos sombra hacía<br />
la columna...<br />
Así apreciaron que, entre Tumbes y<br />
Quito, durante los equinoccios <strong>de</strong> primavera<br />
y verano, por caer los rayos <strong>de</strong>l Sol exactamente<br />
perpendiculares sobre la columna, no<br />
había señal <strong>de</strong> sombra alguna a medio día<br />
–como bien señala a<strong>de</strong>más el cronista–.<br />
Las importantísimas columnas centrales<br />
que por todo el reino había fueron <strong>de</strong>rribadas<br />
por los capitanes españoles porque los<br />
indios las idolatraban –afirma una vez más<br />
Garcilaso 595 –. He ahí pues porqué habría<br />
<strong>de</strong>saparecido también la <strong>de</strong> Sacsahuamán.<br />
En <strong>de</strong>finitiva –según estimamos–, Sacsahuamán<br />
habría terminado siendo, aunque siempre<br />
útil, y como reloj y calendario oficial <strong>de</strong>l<br />
Tahuantinsuyo, el más gran<strong>de</strong> reloj solar <strong>de</strong><br />
los An<strong>de</strong>s, y, muy posiblemente, y entre otros<br />
aún <strong>de</strong>sconocidos usos, un complejo observatorio<br />
astronómico.<br />
Pero no por ello <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser una prueba<br />
elocuente <strong>de</strong>l exacerbado centralismo inka. Y<br />
no por ello <strong>de</strong>jó tampoco <strong>de</strong> ser una obra exageradamente<br />
onerosa. Y <strong>de</strong>sproporcionadamente<br />
poco rentable: con una millonésima<br />
parte <strong>de</strong> sus costos se obtenía los mismo resultados.<br />
Un magnífico testimonio <strong>de</strong> ello<br />
fueron los innumerables relojes solares ya<br />
<strong>de</strong>saparecidos; que por cierto fueron fácil-<br />
mente <strong>de</strong>struidos por sus insignificantes proporciones.<br />
Más obras, más gasto improductivo<br />
Pues bien, el sector social intermedio, a<br />
su turno, se alimentó con la producción <strong>de</strong> las<br />
tierras que se le asignaron y que les fueron<br />
trabajadas por yanaconas. Es posible imaginar,<br />
a<strong>de</strong>más, que éstos lo proveyeron también<br />
<strong>de</strong> piedras trabajadas y troncos para la construción<br />
<strong>de</strong> sus viviendas. Y –como está dicho–,<br />
este sector intermedio usufructuó también <strong>de</strong><br />
buena porción <strong>de</strong> los botines <strong>de</strong> guerra.<br />
Hasta aquí, pues, se ha mostrado que una<br />
parte <strong>de</strong> los ingresos económicos recaudados<br />
fue <strong>de</strong>stinada al “consumo necesario” <strong>de</strong>l<br />
sector intermedio, y al “consumo necesario y<br />
suntuoso” <strong>de</strong> la élite.<br />
Y por lo <strong>de</strong>más, esos grupos y el conjunto<br />
<strong>de</strong> la población, pero por sobre todo la que<br />
vivía en las proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los centros poblados<br />
más gran<strong>de</strong>s, y en particular en torno<br />
al Cusco, usufructuaron <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s presupuestos<br />
<strong>de</strong>stinados a la celebración <strong>de</strong> diversas<br />
y fastuosas fiestas religiosas, cívicas y<br />
militares.<br />
No obstante, quizá la inmensa mayor<br />
parte <strong>de</strong> la producción recaudada como tributos<br />
tuvo otros tres <strong>de</strong>stinos: las obras públicas,<br />
la mita necesaria para erigirlas, y los<br />
gastos militares.<br />
Al poner bajo su férula a muchos pueblos<br />
y territorios, el po<strong>de</strong>r imperial se vio obligado<br />
a organizar la economía –producción <strong>de</strong><br />
bienes y servicios, circulación y consumo <strong>de</strong><br />
los mismos–, ya no pues sólo a nivel local y<br />
regional, sino a nivel andino –como anota<br />
Jurgen Golte 596 –.<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 138