TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
yos”, “su fastuoso séquito incluía barredores, soldados,<br />
zahumadores, músicos, cantantes y bailarines”<br />
–como <strong>de</strong> todo ello se da cuenta minuciosa en Culturas<br />
Prehispánicas 484a –.<br />
Tal parece, pues, que aquellos “informantes” <strong>de</strong>l<br />
padre Cobo nunca vieron nada <strong>de</strong> eso. Pero, más notorio<br />
todavía, nunca siquiera oyeron nada <strong>de</strong> eso.<br />
Menos entonces habrían <strong>de</strong> saber quién, cómo y<br />
por qué los arrancó <strong>de</strong> sus tierras; quién, cómo y por<br />
qué los enviaba a la guerra, y los obligaba a tributar, y<br />
a entregar a sus hijas como acllas, etc.<br />
Pues bien, en el contexto <strong>de</strong>l nefasto imperialismo<br />
que estamos <strong>de</strong>scribiendo y analizando, resulta absolutamente<br />
lógico y coherente que se dieran esa dramática<br />
<strong>de</strong>sinformación y alienación.<br />
¿Pero cómo encajar ese dato sobre profunda y absoluta<br />
<strong>de</strong>sinformación y alienación en los textos que<br />
–elíptica y eufemísticamente– nos siguen hablando <strong>de</strong><br />
un “verda<strong>de</strong>ro mo<strong>de</strong>lo”, <strong>de</strong> un “territorio políticamente<br />
organizado”, <strong>de</strong> un “espacio entendido en términos<br />
ceremoniales, o más bien, religiosos”, o, por último,<br />
<strong>de</strong> “la unidad política más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> América Prehispánica”<br />
484b ?<br />
La grave e importantísima referencia <strong>de</strong>l padre<br />
Cobo, y la i<strong>de</strong>alizaba versión <strong>de</strong> la historiografía tradicional,<br />
son insalvablemente irreconciliables. Una <strong>de</strong><br />
las dos no expresa la verdad. Más aún <strong>de</strong> cara a explicar<br />
por qué colapsó el gigantesco imperio como un<br />
simple y <strong>de</strong>svalido castillo <strong>de</strong> naipes.<br />
A nuestro juicio, resulta suficiente el patético y<br />
valioso dato proporcionado por el jesuita para enten<strong>de</strong>r<br />
cuán frágiles y <strong>de</strong> barro eran los pies <strong>de</strong>l gigante.<br />
Es poco realmente lo que se sabe sobre la<br />
situación <strong>de</strong> los hatunrunas en los pueblos y<br />
naciones andinas antes <strong>de</strong> caer conquistados<br />
por el Imperio Inka. Dentro <strong>de</strong>l Imperio Chimú<br />
–como se ha visto –y en la nación ica,<br />
formaban parte <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s marcadamente<br />
estratificadas. Constituían lo que Toynbee ha<br />
<strong>de</strong>nominado “proletariado interno” 485 . Poco<br />
cambió entonces su situación al pasar a formar<br />
parte <strong>de</strong>l Tahuantinsuyo.<br />
Por el contrario –a la luz <strong>de</strong> las pruebas<br />
arqueológicas encontradas hasta hoy–, muchos<br />
<strong>de</strong> los pueblos y naciones restantes eran<br />
socieda<strong>de</strong>s menos estratificadas, más homogéneas.<br />
Fue el caso <strong>de</strong> chachapoyas, cañaris,<br />
quitos, cañetes, huancas, kollas y otros.<br />
Para los hatunrunas <strong>de</strong> todos estos pueblos<br />
y naciones, la imposición <strong>de</strong>l proyecto<br />
imperial inka sí representó un cambio sustantivo:<br />
<strong>de</strong> “sujetos” <strong>de</strong> su propio proyecto nacional<br />
pasaron a ser “objetos” <strong>de</strong>l proyecto<br />
imperial; <strong>de</strong> beneficiarios <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong> su esfuerzo,<br />
quedaban convertidos en tributarios<br />
<strong>de</strong>l beneficio <strong>de</strong> la élite inka.<br />
La <strong>de</strong>cisión imperial <strong>de</strong> intercambiar<br />
mitimaes entre los distintos pueblos dominados<br />
permitió que se mezclaran. <strong>El</strong> imperio<br />
pugnó por alcanzar un envilecido mestizaje<br />
cultural en el que, hegemonizando la cultura<br />
inka, entre otras consecuencias, <strong>de</strong>sapareciera<br />
la altivez, la rebeldía in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista y<br />
el in<strong>de</strong>smayable afán <strong>de</strong> libertad que predominaba<br />
entre los hatunrunas <strong>de</strong> algunos<br />
pueblos.<br />
No obstante, el siglo imperial fue completamente<br />
insuficiente para que se cristalizaran<br />
los pragmáticos objetivos <strong>de</strong> mestizaje<br />
y homogeneización que se había propuesto la<br />
élite inka. No sólo porque los hatunrunas<br />
conquistados, soportando los estragos <strong>de</strong>l<br />
proyecto imperial inka, acumulaban resentimiento<br />
y frustración, sentimientos que atentaban<br />
contra las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> homogeneización<br />
social. Porque, sin duda, a más<br />
resentimiento más hostilidad y menores posibilida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> que el dominado se i<strong>de</strong>ntifique y<br />
solidarice con los propósitos <strong>de</strong>l dominador.<br />
Pero a<strong>de</strong>más, el siglo imperial resultó<br />
también completamente insuficiente para borrar<br />
<strong>de</strong> la memoria colectiva la tradición y<br />
aspiración in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista <strong>de</strong> los pueblos.<br />
En los casos extremos, esto es, en los <strong>de</strong><br />
aquellos pueblos que habían sido conquista-<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 105