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TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net

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tintos a los originales, ya no pues ayni ni<br />

minga. Y, menos todavía, el <strong>de</strong> su fundamento<br />

genérico: “reciprocidad”.<br />

<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> que, a pesar <strong>de</strong> los sutiles<br />

pero efectivos cambios, se siguiera utilizando<br />

los nombres ancestrales <strong>de</strong> ambas instituciones,<br />

subrepticiamente beneficiaba, una<br />

vez más, al kuraka. Porque con el disfraz <strong>de</strong><br />

los nombres tradicionales, quedaba bien disimulado<br />

el verda<strong>de</strong>ro e intrínseco objetivo <strong>de</strong><br />

dichas asimétricas relaciones: obtener mayor<br />

beneficio a costa <strong>de</strong>l perjuicio encubierto pero<br />

objetivo <strong>de</strong> la contraparte.<br />

Más tar<strong>de</strong>, pero todavía en una época tan<br />

remota como aquella en la que surgieron las<br />

primeras guerras entre los pueblos, o sin duda<br />

durante el Imperio Chavín, apareció una<br />

nueva y drástica variante: la mita.<br />

Mediante ella, pero ya no para beneficio<br />

<strong>de</strong> aquellos que ponían su fuerza <strong>de</strong> trabajo,<br />

sino en beneficio exclusivo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r dominante,<br />

se explotaba las minas o tierras <strong>de</strong> aquél,<br />

o, en distantes territorios, se construía<br />

los palacios, puentes, <strong>de</strong>pósitos y caminos<br />

que también aquél <strong>de</strong>cidía empren<strong>de</strong>r. Ya en<br />

esas prácticas se estaban vulnerando completamente<br />

los principios <strong>de</strong> simetría y equidad.<br />

Probablemente fue durante el Imperio<br />

Wari que se construyeron las primeras gran<strong>de</strong>s<br />

fortalezas en los An<strong>de</strong>s. ¿Qué <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> los<br />

pueblos que fueron obligados a construir fortalezas<br />

en su propio territorio para el sojuzgamiento<br />

<strong>de</strong> sí mismos? En tales casos, la<br />

energía <strong>de</strong>splegada servía entonces, a<strong>de</strong>más,<br />

para atentar directamente contra sus propios<br />

intereses. ¿Pue<strong>de</strong> así la mita seguir siendo<br />

consi<strong>de</strong>rada una institución <strong>de</strong> reciprocidad?<br />

Durante el Imperio Inka se dieron en el<br />

mundo andino aún otras variantes <strong>de</strong> intercambio<br />

<strong>de</strong> energía humana, y a las que, más<br />

erróneamente todavía, y <strong>de</strong> manera empeci-<br />

nada, la historiografía tradicional sigue consi<strong>de</strong>rando<br />

<strong>de</strong> “reciprocidad”.<br />

Así, un buen indicio <strong>de</strong> patética asimetría<br />

nos lo ofrecen los testimonios <strong>de</strong> Garcilaso<br />

662 663 , y los jesuitas Bernabé Cobo y Blas<br />

Valera 664 .<br />

Coinci<strong>de</strong>ntemente, todos registraron que,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los viejos y enfermos, se llamaba<br />

“pobres” –o waqcha, que significa primordialmente<br />

“huérfano” 665 –, a quienes no tenían<br />

hijos que les ayudasen a trabajar. Pero<br />

hacia don<strong>de</strong> vamos más ayuda la precisión<br />

<strong>de</strong>l padre Blas Valera. Dice él:<br />

...llamábase rico el que tenía hijos y familia<br />

que le ayudaban a trabajar...<br />

para acabar (...) el trabajo tributario que<br />

le cabía.<br />

Tal parece pues que, en términos generales,<br />

el tributo en trabajo tenía una tasa única,<br />

llana –o una tasa flat, en la jerga <strong>de</strong> la<br />

economía mo<strong>de</strong>rna–. Esto es, todos los varones<br />

adultos, todos los hatunrunas, <strong>de</strong>bían<br />

cumplir con la misma cantidad <strong>de</strong> trabajo.<br />

Así, mientras en unos casos el tributo lo<br />

pagaba, en la práctica y a prorrata, toda la<br />

familia; en otros lo pagaba sólo un individuo,<br />

resultándole pues muchísimo más oneroso.<br />

Por <strong>de</strong> pronto, pues, la estructura tributaria<br />

o, lo que es lo mismo, uno <strong>de</strong> los extremos<br />

<strong>de</strong>l presunto sistema <strong>de</strong> reciprocidad,<br />

asoma como objetiva e intrínsecamente injusta:<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los propios hatunrunas, los<br />

“pobres” tributaban más que los “ricos”. ¿No<br />

parece obvio que todos se compa<strong>de</strong>cían <strong>de</strong> la<br />

injusta suerte <strong>de</strong> los “pobres”, “huérfanos” o<br />

waqchas?<br />

Una variante distinta fue a su vez aquella<br />

en la que los kurakas, a cambio <strong>de</strong> regalos,<br />

comidas y días enteros <strong>de</strong> fiestas, ponían<br />

<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 164

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