TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
necesidad <strong>de</strong> empalmar, ampliar y mejorar<br />
los caminos existentes y empren<strong>de</strong>r la construcción<br />
<strong>de</strong> otros.<br />
Así, mediante dos gran<strong>de</strong>s caminos troncales,<br />
resultaron finalmente unidas las distantes<br />
localida<strong>de</strong>s entre Pasto y Maule. Cada<br />
uno <strong>de</strong> ellos sobrepasaba 5 000 kilómetros <strong>de</strong><br />
longitud, y tanto como 6 metros <strong>de</strong> ancho. De<br />
ese modo –como constató el cronista Oviedo<br />
603 –, hasta seis caballos podían marchar uno<br />
al lado <strong>de</strong>l otro.<br />
Por lo <strong>de</strong>más, muros laterales, piedras y<br />
palos los señalizaban a<strong>de</strong>cuadamente –según<br />
pue<strong>de</strong> leerse en Valcárcel 604 –. Por último,<br />
eran tan llanos, <strong>de</strong> tan poca pendiente, incluso<br />
en plena cordillera, que hubieran podido<br />
<strong>de</strong>jar circular una carreta –según afirmó el<br />
cronista Agustín <strong>de</strong> Zárate 605 –.<br />
Según el cronista Juan Botero 606 , superaron<br />
a muchas construcciones egipcias y romanas.<br />
Y –en la exagerada versión <strong>de</strong>l alelado<br />
cronista Gutiérrez <strong>de</strong> Santa Clara 607 –, fueron...<br />
la mayor [obra] que se ha visto jamás en<br />
el mundo.<br />
En la etapa <strong>de</strong> expansión imperial, cuando<br />
la exigencia <strong>de</strong> movilización <strong>de</strong> ejércitos<br />
y abastecimientos fue mayor, Huayna Cápac<br />
habría or<strong>de</strong>nado el rediseño <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong><br />
la troncal cordillerana. Para ese efecto –en<br />
versión <strong>de</strong> Cieza <strong>de</strong> León y Garcilaso 608 –,el<br />
Inka puso en acción a 200 mil hombres que<br />
tuvieron que ser alimentados por los pueblos<br />
por don<strong>de</strong> transcurría la obra.<br />
Había, por cierto, gran<strong>de</strong>s caminos transversales<br />
609 : <strong>de</strong> Tumbes a la cordillera; <strong>de</strong> Trujillo<br />
a Chachapoyas, pasando por Cajamarca;<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Paramonga a todo el Callejón <strong>de</strong> Huaylas;<br />
<strong>de</strong> Lima a Jauja, y; el que unía Pisco,<br />
Ayacucho y Cusco.<br />
La red caminera central pudo tener más<br />
<strong>de</strong> 15 mil kilómetros. Y probablemente 40<br />
mil a 50 mil kilómetros contando los innumerables<br />
caminos laterales, secundarios y<br />
terciarios, que unían a miles <strong>de</strong> pequeños asentamientos<br />
poblacionales.<br />
Hablar <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> pequeños asentamientos en el<br />
Perú agrario <strong>de</strong> las primeras décadas <strong>de</strong>l siglo XVI no<br />
es ninguna exageración. En efecto, si asumimos: a)<br />
que a lo sumo el 5 % <strong>de</strong> la población residía en ciuda<strong>de</strong>s<br />
como Cusco, Huánuco Pampa o Marca Huamachuco,<br />
por ejemplo, y; b) un promedio <strong>de</strong> 750 habitantes<br />
para cada pequeño asentamiento poblado; se<br />
concluye que habrían existido casi 13 000 <strong>de</strong> ellos.<br />
Hoy en el Perú, no obstante, su número escasamente<br />
<strong>de</strong>be llegar a 4 000. Dos han sido los más importantes<br />
fenómenos históricos causantes <strong>de</strong> esa drástica<br />
disminución: las “reducciones” o compulsivas<br />
concentraciones <strong>de</strong> población rural que inició el virrey<br />
Toledo en las últimás décadas <strong>de</strong>l mismo siglo XVI, y<br />
la hipertrófica explosión <strong>de</strong> crecimiento urbano –y <strong>de</strong><br />
Lima en particular– a que ha dado lugar el sub<strong>de</strong>sarrollo<br />
en los últimos dos siglos.<br />
<strong>El</strong> ostensible <strong>de</strong>spoblamiento rural peruano es,<br />
muy probablemente, un fenómeno único en la historia<br />
<strong>de</strong> la humanidad. Y aun cuando sus consecuencias son<br />
gravísimas –porque entre otras retroalimenta el sub<strong>de</strong>sarrollo–,<br />
nunca ha sido seriamente abordado por la<br />
ciencia y ni siquiera bosquejado. Pero menos todavía<br />
por el Estado y por los gobiernos que, por el contrario,<br />
con irresponsables políticas populistas, siguen exacerbando<br />
el centralismo.<br />
Pero, en relación con los caminos andinos,<br />
no hubo sólo elogios generosos <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong> los cronistas. Algunos en efecto hicieron<br />
observaciones en contrario, aunque presumimos<br />
que sobre porciones <strong>de</strong> la red vial que no<br />
eran precisamente las que habían merecido<br />
las encendidas loas a que se ha hecho referencia.<br />
Así, a partir <strong>de</strong> crónicas <strong>de</strong>l siglo XVI,<br />
pue<strong>de</strong> afirmarse que algunas –o muchas rutas–,<br />
“...ya se encontraban en mal estado pocos<br />
años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> producida la <strong>de</strong>saparición<br />
<strong>de</strong>l Tawantinsuyu” –conforme suscribe<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 140