TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte - Eumed.net
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dos en las primeras décadas <strong>de</strong>l siglo XV, los<br />
hombres y mujeres más viejos sabían que sus<br />
abuelos habían luchado contra las huestes <strong>de</strong>l<br />
imperio que los sojuzgaba.<br />
Mas en la mayoría <strong>de</strong> los pueblos, si no<br />
habían sido los padres quienes habían muerto<br />
enfrentando la invasión inka, habían sido<br />
ellos y/o sus hijos quienes habían encabezado<br />
una o más <strong>de</strong> una rebelión in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntista.<br />
Entre los hatunrunas extranjeros estaban<br />
pues todavía muy enraizados los objetivos<br />
<strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Y presentes y abiertas<br />
muchas heridas nacionales.<br />
De allí que, en las primeras décadas <strong>de</strong>l<br />
siglo XVI, los cronistas alcanzaran a recoger,<br />
en muchos pueblos, ásperos y nada amistosos<br />
comentarios contra el pueblo inka 486 . <strong>El</strong> propio<br />
cronista ayacuchano Huamán Poma <strong>de</strong><br />
Ayala, aun cuando nació años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada<br />
la conquista española, se mostraba no<br />
sólo orgulloso <strong>de</strong> su linaje chinchaysuyano 487<br />
–y chanka, para ser más exactos–, sino a<strong>de</strong>más<br />
enemigo <strong>de</strong>clarado <strong>de</strong>l Imperio Inka 488 .<br />
<strong>El</strong> hatunruna extranjero –recogiendo una<br />
vez más el razonamiento <strong>de</strong> Toynbee 489 –mantenía<br />
la conciencia “<strong>de</strong> haber sido <strong>de</strong>sheredado<br />
<strong>de</strong> su lugar ancestral en la sociedad”. E<br />
intutía –como también indica Toynbee 490 –,<br />
que estaba “en” pero que no era “<strong>de</strong>” el imperio<br />
opresor.<br />
Resulta pues poco consistente presumir<br />
–como todavía lo sigue haciendo la historiografía<br />
tradicional– que los hatunrunas estuvieran<br />
i<strong>de</strong>ntificados con el imperio que los<br />
sojuzgaba.<br />
La burocracia imperial<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la élite, en un extremo, y <strong>de</strong> la<br />
inmensa masa <strong>de</strong> hatunrunas, en el otro, la<br />
composición social <strong>de</strong>l Imperio Inka se com-<br />
pletó con el sector intermedio. Éste incluía a<br />
la burocracia administrativa, <strong>de</strong> servicios, religiosa<br />
y militar; y asimismo al amplio conjunto<br />
<strong>de</strong> especialistas <strong>de</strong> las distintas activida<strong>de</strong>s<br />
productivas; y a las familias <strong>de</strong> todos<br />
ellos.<br />
Quizá reunía a no más <strong>de</strong> 50 000 personas<br />
cuando Pachacútec dio inicio al Tahuantinsuyo.<br />
Pero a lo largo <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> expansión<br />
imperial, el sector intermedio creció vertiginosamente.<br />
Es posible presumir que en las primeras<br />
décadas <strong>de</strong>l siglo XVI, entre funcionarios <strong>de</strong>l<br />
Estado imperial inka y sus familias, el conjunto<br />
estuvo compuesto hasta por 1 000 000<br />
<strong>de</strong> personas. Ese enorme crecimiento pudo<br />
concretarse con gentes que provinieron <strong>de</strong><br />
otros sectores sociales <strong>de</strong>l pueblo inka y <strong>de</strong><br />
muchas <strong>de</strong> las naciones conquistadas.<br />
La primera y más cercana cantera fueron<br />
pues los hatunrunas inkas. Sistemáticamente<br />
fueron compelidos a <strong>de</strong>jar la agricultura y la<br />
gana<strong>de</strong>ría para <strong>de</strong>sempeñarse en novedosas<br />
activida<strong>de</strong>s en el sinnúmero se vacantes que<br />
fue creando el aparato estatal imperial.<br />
Por otro lado –como se ha visto–, y a cambio<br />
<strong>de</strong> algunos privilegios, muchos kurakas y<br />
funcionarios <strong>de</strong> las naciones y pueblos conquistados,<br />
conjuntamente con sus familiares,<br />
pasaron a formar parte <strong>de</strong>l nutrido sector intermedio<br />
<strong>de</strong>l imperio.<br />
Como bien dice Espinoza 491 , perdieron<br />
por completo su autonomía y sus primigenias<br />
funciones directrices locales y quedaron convertidos<br />
en funcionarios subalternos. Constituyeron<br />
el nexo más importante y eficaz entre<br />
los hatunrunas <strong>de</strong> sus propios pueblos y<br />
los administradores provinciales que <strong>de</strong>signaba<br />
el po<strong>de</strong>r imperial.<br />
La intermediación <strong>de</strong> los kurakas <strong>de</strong> los<br />
pueblos dominados –como se ha dicho– re-<br />
<strong>TAHUANTINSUYO</strong>: <strong>El</strong> <strong>cóndor</strong> <strong>herido</strong> <strong>de</strong> <strong>muerte</strong> • Alfonso Klauer 106