Manual de Laboratorio de Fisiologia
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162 <strong>Manual</strong> <strong>de</strong> laboratorio <strong>de</strong> fisiología<br />
gre periférica y ello evita que la glucemia disminuya <strong>de</strong> modo<br />
importante. La forma en que la insulina favorece la entrada<br />
<strong>de</strong> glucosa al hígado no co nsiste en el em pleo <strong>de</strong> los tra nsportadores<br />
GLUT, sino en la activación <strong>de</strong> la glucocinasa, que<br />
produce glucosa-6-fosfato, con lo que disminuye la concentración<br />
<strong>de</strong> glucosa libre intracelular y por lo tanto aumenta<br />
el gradiente <strong>de</strong> co ncentración <strong>de</strong> la g lucosa. El mecanismo<br />
por el cual la insulina ocasiona la captación y el <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong><br />
glucosa en el hígado incluye varias etapas casi simultáneas:<br />
• Inhibición <strong>de</strong> la f osforilasa hepática, enzima q ue <strong>de</strong>scompone<br />
el glucógeno hepático en glucosa. Este hecho<br />
impi<strong>de</strong> la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong>l glucógeno, que ya se encuentra<br />
en las células hepáticas.<br />
• Aumento <strong>de</strong> la captación <strong>de</strong> glucosa <strong>de</strong> la sangre por las<br />
células hepáticas al incrementar la actividad <strong>de</strong> la glucocinasa,<br />
lo que ocasiona la fosforilación inicial <strong>de</strong> la g lucosa<br />
tras difundirse al interior <strong>de</strong> las cél ulas hepáticas.<br />
Una vez fosforilada, la glucosa es atrapada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los<br />
hepatocitos porque la g lucosa fosforilada no pue<strong>de</strong> difundirse<br />
<strong>de</strong> nuevo a través <strong>de</strong> la membrana celular.<br />
• Aumento <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> las enzimas que promueven<br />
la síntesis <strong>de</strong>l glucógeno, como la fosfofructocinasa que<br />
produce la segunda etapa <strong>de</strong> la fosforilación <strong>de</strong> las moléculas<br />
<strong>de</strong> g lucosa, y la sin tasa <strong>de</strong> g lucógeno que efectúa<br />
la polimerización <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> monosacáridos<br />
para formar moléculas <strong>de</strong> glucógeno.<br />
La consecuencia final es el incremento <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> glucógeno<br />
en el hígado, que pue<strong>de</strong> aumentar hasta un valor <strong>de</strong><br />
5 a 6% <strong>de</strong> la masa hepática, lo que equivale a casi 100 g <strong>de</strong> g lucógeno<br />
almacenado. Cuando el individuo terminó <strong>de</strong> comer<br />
y la g lucemia comienza a dismin uir, ocurren varios fenómenos<br />
para que el hígado vuelva a liberar glucosa a la sangre<br />
circulante:<br />
• La glucemia <strong>de</strong>creciente hace que el páncreas disminuya<br />
su secreción <strong>de</strong> insulina.<br />
• La ausencia <strong>de</strong> insulina anula en seguida todos los efectos<br />
que se acaban <strong>de</strong> explicar y <strong>de</strong>tiene la síntesis <strong>de</strong> glucógeno<br />
en el hígado . Ello impi<strong>de</strong> también la captación<br />
adicional <strong>de</strong> glucosa <strong>de</strong> la sangre por parte <strong>de</strong> las células<br />
hepáticas.<br />
• La falta <strong>de</strong> insulina y el aumento simultáneo <strong>de</strong> glucagon<br />
activan a la enzima fosforilasa, que favorece el <strong>de</strong>sdoblamiento<br />
<strong>de</strong> glucógeno en fosfato <strong>de</strong> glucosa.<br />
• La fosfatasa <strong>de</strong> glucosa, inhibida por la insulina, es activada<br />
por la ausencia <strong>de</strong> esta hormona y hace q ue el radical<br />
fosfato se separe <strong>de</strong> la glucosa, lo que permite que,<br />
una vez libre, ésta se difunda <strong>de</strong> nuevo a la sangre.<br />
En consecuencia, el hígado elimina la g lucosa <strong>de</strong> la s angre,<br />
la almacena cuando hay exceso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una comida y la<br />
regresa a la circulación cuando se necesita entre las comidas.<br />
Por lo general, 60% <strong>de</strong> la glucosa <strong>de</strong> las comidas se <strong>de</strong>posita<br />
en esta forma en el hígado y vuelve <strong>de</strong>spués a la sangre.<br />
Cuando la cantidad <strong>de</strong> glucosa que entra en las cél ulas<br />
hepáticas es mayor <strong>de</strong> la que pue<strong>de</strong> almacenarse como glucógeno,<br />
el exceso <strong>de</strong> glucosa se convierte en ácidos gras os.<br />
Estos ácidos grasos se unen como triglicéridos a lipoproteínas<br />
<strong>de</strong> muy baja <strong>de</strong>nsidad, se transportan a los adipocitos y<br />
se <strong>de</strong>positan ahí. La insulina favorece este <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> lípidos<br />
en el t ejido adiposo por activación <strong>de</strong> la enzima li pasa <strong>de</strong><br />
lipoproteína en plasma y la inhibición <strong>de</strong> la lipasa sensible a<br />
hormona en el adipocito.<br />
La insulina también inhibe la g luconeogénesis. Esto se<br />
lleva a cabo fundamentalmente por disminución <strong>de</strong> la cantidad<br />
y la actividad <strong>de</strong> las enzimas hepáticas que participan en<br />
este proceso. Sin embargo, parte <strong>de</strong> este efecto es consecuencia<br />
<strong>de</strong> disminución <strong>de</strong> la liberación <strong>de</strong> aminoácidos a partir<br />
<strong>de</strong> tejidos extrahepáticos inducida por la insulina.<br />
El cerebro es diferente a la mayor parte <strong>de</strong> los otros tejidos<br />
<strong>de</strong>l organismo porque no requiere insulina para la captación<br />
neuronal <strong>de</strong> glucosa. Las células cerebrales transportan<br />
glucosa a su interior mediante transportadores GLUT 1 que<br />
no necesitan insulina. Las células <strong>de</strong>l cerebro utilizan glucosa<br />
como su principal fuente <strong>de</strong> energía, por lo que es esencial<br />
que la glucemia se mantenga siempre <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> valores<br />
normales; lograr lo anterior es una <strong>de</strong> las funciones más importantes<br />
<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> regulación <strong>de</strong> la glucemia. Cuando<br />
sus valores son muy bajos, entre 20 y 50 mg/dl, se presentan<br />
síntomas <strong>de</strong> choque hipoglucémico caracterizado por los llamados<br />
síntomas neuroglucopénicos, que incluyen hambre,<br />
confusión, pérdida <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> conciencia, convulsiones e<br />
incluso coma.<br />
La diabetes mellitus es la enf ermedad endocrina más<br />
frecuente e incluye un grupo <strong>de</strong> trastornos metabólicos, caracterizados<br />
por hiperglucemia secundaria a alteraciones en<br />
la producción <strong>de</strong> insulina, en su efecto, o en ambas. Los procesos<br />
fisiopatológicos implicados en la diabetes mellitus van<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción autoinmunitaria <strong>de</strong> las células β <strong>de</strong>l páncreas,<br />
con la consecuente disminución en la p roducción <strong>de</strong><br />
insulina, hasta anormalida<strong>de</strong>s manifestadas por resistencia<br />
al efecto <strong>de</strong> la insulina. Por lo tanto, las anormalida<strong>de</strong>s en el<br />
metabolismo <strong>de</strong> carbohidratos, lípidos y proteínas son resultado<br />
<strong>de</strong> secreción ina<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> insulina, <strong>de</strong> respuesta ina<strong>de</strong>cuada<br />
a la insulina, o <strong>de</strong> ambas, en los tejidos periféricos,<br />
en uno o va rios puntos <strong>de</strong> la co mpleja vía metabólica en la<br />
que la hormona ejerce su efecto. La alteración en la secreción<br />
<strong>de</strong> insulina y el <strong>de</strong>fecto en su acción periférica con frecuencia<br />
coexisten en el mismo paciente y no está claro cuál anormalidad<br />
es la causa primaria <strong>de</strong> la enfermedad.<br />
La diabetes mellitus se clasifica en dos tipos:<br />
• Diabetes mellitus tipo 1, cuya causa es la falta absoluta <strong>de</strong><br />
producción <strong>de</strong> insulina.<br />
• Diabetes mellitus tipo 2, la más f recuente, y consiste en<br />
una combinación <strong>de</strong> r esistencia periférica a la acció n<br />
<strong>de</strong> la insulina e ina<strong>de</strong>cuada respuesta secretoria <strong>de</strong> compensación.<br />
La diabetes mellitus tipo 2, un grado <strong>de</strong> hi perglucemia lo<br />
bastante elevado para causar alteraciones patológicas en varios<br />
tejidos, pero sin síntomas clínicos, podría estar presente<br />
por un lapso prolongado antes <strong>de</strong> que se haga el diagnóstico.<br />
Durante este período asintomático es posible <strong>de</strong>mostrar<br />
un metabolismo anormal <strong>de</strong> los ca rbohidratos midiendo la<br />
glucosa plasmática en a yuno o <strong>de</strong>sp ués <strong>de</strong> una ca rga oral<br />
<strong>de</strong> glucosa.