10.01.2013 Views

El lenguaje en las ciencias, el derecho y las bellas artes

El lenguaje en las ciencias, el derecho y las bellas artes

El lenguaje en las ciencias, el derecho y las bellas artes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

F<strong>el</strong>ipe Alli<strong>en</strong>de<br />

Al autor de este trabajo le tocó conocer de cerca <strong>el</strong> caso de un “niño<br />

d<strong>el</strong> bosque”. En la haci<strong>en</strong>da Rucamanqui, de la Octava Región de nuestro<br />

país, apareció un hombre adulto, completam<strong>en</strong>te desnudo y cubierto de<br />

p<strong>el</strong>os, que fue cazado con lazos y perros por los lugareños. Después de muchas<br />

peripecias, <strong>el</strong> hombre logró acostumbrarse a la ropa y a mezclarse con<br />

los habitantes d<strong>el</strong> pueblo de Huépil. Trataron de mil modos de <strong>en</strong>señarle<br />

a hablar sin ningún resultado. En toda su vida pronunció una sola palabra:<br />

“¡mameta!”. Lo hizo <strong>en</strong> una circunstancia extrema. Habi<strong>en</strong>do sido golpeado<br />

brutalm<strong>en</strong>te por un grupo de personas ebrias, fue curado con mucho<br />

cariño por la mujer que lo había acogido <strong>en</strong> su casa y lo trataba como hijo.<br />

Dicho sea de paso, <strong>el</strong> caso es conocido como <strong>el</strong> de “Juan Hallado” y más<br />

reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te como “Juan de Dios Hallado”, ya que su tumba se ha convertido<br />

<strong>en</strong> un “milagroso” lugar de culto y peregrinaciones.<br />

Este y otros casos demuestran que no basta <strong>el</strong> conocimi<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> mundo<br />

y <strong>el</strong> contacto con una l<strong>en</strong>gua para que se desarrolle <strong>el</strong> <strong>l<strong>en</strong>guaje</strong> articulado.<br />

Se puede postular con certeza que hay una capacidad biológica que<br />

necesita desarrollarse <strong>en</strong> un determinado mom<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to de la<br />

persona. Superada dicha instancia, <strong>el</strong> <strong>l<strong>en</strong>guaje</strong> articulado ya no se puede<br />

apr<strong>en</strong>der, aunque sí se puedan adquirir nuevos conocimi<strong>en</strong>tos.<br />

<strong>El</strong> mod<strong>el</strong>o conexionista (McCl<strong>el</strong>land et al., 1986) sosti<strong>en</strong>e que la adquisición<br />

d<strong>el</strong> <strong>l<strong>en</strong>guaje</strong> se explica por conexiones neurales <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> diversas<br />

informaciones que va adquiri<strong>en</strong>do <strong>el</strong> niño. Poco a poco, por conexiones<br />

simultáneas, se van formando redes neuronales. En un computador, sobre<br />

la base unidades discretas de información (bits), se permite su recuperación<br />

y utilización <strong>en</strong> una dirección específica. La m<strong>en</strong>te humana, <strong>en</strong><br />

cambio, sería capaz de transformar cada información que percibe <strong>en</strong> unidades<br />

de procesami<strong>en</strong>to que se conectan y activan <strong>en</strong>tre sí, permiti<strong>en</strong>do<br />

nuevos conocimi<strong>en</strong>tos y aplicaciones. Podríamos decir que cada “bit” de<br />

información adquirido por un ser humano es, <strong>en</strong> realidad, un procesador<br />

de la misma.<br />

Hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que <strong>en</strong> cada acto de conocimi<strong>en</strong>to hay una simultaneidad<br />

de conexiones que permit<strong>en</strong> crear toda c<strong>las</strong>e de asociaciones.<br />

Veamos un ejemplo. Un niño si<strong>en</strong>te hambre y recibe alim<strong>en</strong>to <strong>en</strong> “mamadera”<br />

y escucha la palabra papa. Inmediatam<strong>en</strong>te asocia esa palabra a<br />

algo que sacia su hambre (alim<strong>en</strong>to), al objeto que conti<strong>en</strong>e <strong>el</strong> alim<strong>en</strong>to<br />

(mamadera) y al cont<strong>en</strong>ido (leche). Con <strong>el</strong> tiempo, todas estas asociaciones<br />

interconectadas le dan significado a la palabra “papa”.<br />

Esta teoría, al igual que <strong>las</strong> anteriores, explica muchos de los apr<strong>en</strong>dizajes<br />

lingüísticos, pero deja sin explicación <strong>el</strong> apr<strong>en</strong>dizaje de principios y<br />

reg<strong>las</strong> lingüísticas que los niños asimilan y manejan rápidam<strong>en</strong>te.<br />

Los interaccionistas sociales (Berko,1999) “no niegan la exist<strong>en</strong>cia de<br />

dotes neuropsicológicas especiales, pero sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que los factores biológicos,<br />

aunque necesarios, son insufici<strong>en</strong>tes para asegurar que va a t<strong>en</strong>er lugar <strong>el</strong><br />

108 Anales d<strong>el</strong> Instituto de Chile. Estudios 2012<br />

anales 2012.indd 108 19/11/2012 7:54:55

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!