El Cine Segun Hitchcock.pdf - Daniel Melero
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178 François Truffaut<br />
locutores y, con frecuencia, intercambian palabras triviales<br />
mientras intentan adivinar algo profundo y sutil.<br />
F.T. Por eso me da la impresión de que en algunos aspectos<br />
es usted un cineasta profundamente realista.<br />
Otra cosa: me parece que el comportamiento de Otto<br />
Keller bascula en el momento en que dice a su mujer<br />
que no limpie la sotana ensangrentada; en aquel momento,<br />
ya ni siquiera tiene la excusa de su fe religiosa, ingenua<br />
y profunda, intenta comprometer definitivamente a<br />
quien es, a la vez, su bienhechor y su confesor, se convierte<br />
en un ser verdaderamente satánico.<br />
A.H. Yo también lo creo. Hasta entonces actuaba perfectamente<br />
de buena fe...<br />
F.T. <strong>El</strong> personaje del procurador interpretado por Brian<br />
Aherne es muy interesante. Cuando le vemos por primera<br />
vez, está jugando con un tenedor y un cuchillo en un<br />
vaso, manteniéndolos en equilibrio. La segunda vez, está<br />
tendido en el suelo y mantiene en equilibrio un vaso de<br />
agua sobre su frente. Los dos detalles que le cito relacionados<br />
con la idea de equilibrio, pensé que los había escogido<br />
para demostrar que en este personaje la justicia<br />
no es más que un juego de salón, un juego mundano.<br />
A.H. ¡Sí, tiene razón, es verdad! Ya, en Murder, durante<br />
la interrupción del proceso, había presentado al fiscal<br />
y al abogado defensor que almorzaban juntos. En <strong>El</strong> proceso<br />
Paradme, tras condenar a Alida Valli a la horca, el<br />
juez cena tranquilamente en su casa con su mujer y el espectador<br />
tiene ganas de preguntarle: «Dígame, Señoría,<br />
¿qué siente cuando vuelve a su casa por la tarde después<br />
de haber condenado a la horca a una mujer?» Y, con su<br />
actitud impasible. Charles Laugh ton parece contestar:<br />
«No pienso en absoluto en ello.» Otro ejemplo es el de<br />
los dos inspectores de Blackmail que, tras encerrar a la<br />
prisionera en su celda, van a lavarse las manos al lavabo,<br />
igual que dos simples oficinistas.<br />
Lo mismo me pasa a mí si, durante el día, ruedo una<br />
escena de terror de Psycho o de The Birds; no crea que<br />
vuelvo a mi casa y tengo pesadillas por la noche. Es una<br />
jornada de trabajo, he tratado de hacer mi faena lo mejor<br />
posible, y eso es todo. En realidad, me siento más