El Cine Segun Hitchcock.pdf - Daniel Melero
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<strong>El</strong> dne según <strong>Hitchcock</strong> 215<br />
se produce algo muy laborioso y que, en ningún caso,<br />
puede estar a la altura del comienzo, no...<br />
F.T. Veo lo que quiere decir...<br />
A.H. ... Bueno, un escritor, Hammond Innés, escribió<br />
una novela, «The Wreck of the Mary Deare.» Un carguero<br />
que atraviesa el canal de la Mancha con un único<br />
hombre a bordo que alimenta las calderas con carbón.<br />
Dos marinos consiguen subir a bordo del barco... En<br />
una palabra, esto es lo extraordinario: un navio misterioso<br />
con un sólo hombre a bordo. Cuando comienzo a explicarlo<br />
todo, resulta bastante vulgar, y el público tiene derecho<br />
a preguntarse por qué no se le han enseñado los<br />
acontecimientos previos al comienzo del film. Abrir una<br />
historia sobre este misterio, equivale a dar inmediatamente<br />
el calderón. En esta película, estaba contratado<br />
por la «Metro» y les dije: «Esta historia no funcionará,<br />
hagamos otra cosa.» Entonces nos hemos encaminado,<br />
partiendo de cero, hacia North by Northwest. Cuando se<br />
empieza a trabajar en un proyecto que no funciona, lo<br />
más juicioso es abandonarlo, pura y simplemente.<br />
F.T. Creo que esto le ha ocurrido varias veces... Con<br />
un film que transcurría en Africa...<br />
A.H. Había comprado una historia, «La pluma del flamenco»,<br />
escrita por un diplomático de Africa del Sur, un<br />
holandés, Laurens Van der Post. Era una historia de<br />
acontecimientos misteriosos que tenían lugar en el Africa<br />
del Sur contemporánea. Un gran número de personajes<br />
estaban envueltos en los sucesos y todo ello iba a desembocar<br />
en una concentración de indígenas que efectuaban<br />
un aprendizaje secreto bajo la dirección de agentes<br />
rusos. Fui a Africa del Sur para estudiar las posibilidades<br />
de rodaje y descubrí que no se podían conseguir cincuenta<br />
mil indígenas. Pregunté: «¿Cómo rodaron Las minas<br />
del Rey Salomón?» Me contestaron: «Con sólo unos centenares<br />
de indígenas», y, además, me enteré de que tuvieron<br />
que hacer venir de Hollywood el vestuario. Entonces<br />
yo insistí: «¿Por qué razón no puedo contratar a<br />
cincuenta mil indígenas?» Me contestaron: «Los indígenas<br />
trabajan en las plantaciones de plátanos y en otras<br />
tareas, y es imposible detener su trabajo para que inter-