You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Alberto Blanco y la poesía<br />
visual de la imaginación<br />
Rodolfo Mata<br />
Alberto Blanco, Poesía visual, Ediciones<br />
del Lirio/conaculta, México, 2015, 117 p.<br />
Alberto Blanco es un poeta de rupturas<br />
sutiles. Su alejamiento del ruido de<br />
la gestión social de la poesía y de las<br />
componendas entre los poetas es ejemplar<br />
y se refleja primordialmente en la<br />
concentración en su trabajo. Su obra es<br />
hoy vasta y variada, con más de treinta<br />
libros, sin contar las traducciones y las<br />
exposiciones, pues también se ha desarrollado<br />
como artista plástico y ha<br />
realizado trabajos en colaboración con<br />
fotógrafos, pintores y escultores. Asimismo,<br />
sus ensayos sobre poesía, artes<br />
plásticas y música son parte de su perfil<br />
artístico como poeta crítico.<br />
Poesía visual resuena como un eco<br />
singular de Visual poetry / Poesía visual<br />
(2011), catálogo editado por The Athenaeum,<br />
Music & Arts Library, que da<br />
cuenta de una exposición retrospectiva<br />
del trabajo de Alberto Blanco en el<br />
terreno de los libros de artista. Según<br />
sus palabras en la “Presentación”, las<br />
veintiocho piezas que se exhibieron visitan<br />
las tradiciones de los libros iluminados,<br />
los libros surrealistas, los collages,<br />
el arte abstracto, el pop, el arte povera y<br />
el arte conceptual, e incluyen escultura,<br />
textiles, impresiones digitales, reciclados<br />
y typewriting poetry. Todas las obras<br />
tienen en común una relación fuerte con<br />
sus libros de poesía o con poemas específicos,<br />
y con la presencia del papel. No<br />
me detengo en ellos, pues no acabaría.<br />
Lo que me interesa es la identidad que<br />
guardan algunos de sus títulos en tensión<br />
con el contraste de sus contenidos,<br />
contraste que se irá develando conforme<br />
avance en mi exposición.<br />
Mi primera impresión es que, en Poesía<br />
visual, Alberto enfatiza una visualidad<br />
diferente de la del catálogo homólogo,<br />
es decir, una visualidad no tan visual<br />
como la que acostumbramos hoy como<br />
miembros de la especie homo-videns, sino<br />
una visualidad que se proyecta ante<br />
el ojo de la mente. Pongo un ejemplo que<br />
me produjo una delectación maravillosa<br />
en el paladar de la imaginación. El poema<br />
“Banderolas” nos presenta un paisaje<br />
que comienza: “Desde un balcón<br />
soñado que cintila / sobre los vapores de<br />
Venecia / la niña de mi pupila / busca<br />
Grecia // Bajo las aguas / que guardan<br />
los vitrales / y doran las imágenes sagradas<br />
// en la lenta procesión por los canales<br />
// peinando el oro viejo de san Marcos /<br />
palomas de mármol decadente / miran<br />
pasar los barcos / entre la gente.” Vemos<br />
Venecia, con el autor junto a su niña-pupila,<br />
pero lo hacemos desde un “balcón<br />
soñado”. Esta dimensión imaginaria del<br />
sueño, que es gemela de la realidad del ensueño,<br />
se ve confirmada en la estrofa final:<br />
“Que Venecia será / una perla en la<br />
frente / y su oriente la única ciudad / en<br />
el Mar Adriático de la mente.” Vemos<br />
entonces –con otra visión que parece<br />
167