You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
wilfrido h. corral<br />
Me detengo en este Serna, en parte por su desobediencia a ciertos maestros<br />
y por la necesidad de tener en cuenta algunos subterfugios al hablar de<br />
este tipo de prosa. A mediados de los noventa él vaticinaba que “lo peor<br />
que puede pasarle a la literatura en el próximo milenio es que se acentúe<br />
la falsa polarización entre narrativa light y narrativa para entendidos, como<br />
lo desean, en una delatora comunión de intereses, los literatos de cenáculo<br />
y los mercaderes de la edición” (“Vejamen de la narrativa difícil”), y tenía<br />
razón, porque esa opinión también parece ser un estribillo para los nuevos<br />
narradores. Piénsese en descubrimientos y recuperaciones tardías como los<br />
del colombiano Andrés Caicedo (1951-1977) y las notas de El libro negro de<br />
Andrés Caicedo. La huella de un lector voraz (2008), antecedido por la varia<br />
invención de El cuento de mi vida (2007), seguido por la “autobiografía cinemática”<br />
Mi cuerpo es una celda (2008), armada por Alberto Fuguet, de alguna<br />
manera su heredero manqué.<br />
Esas colecciones en verdad hacen que se supedite la ficción precursora<br />
de Caicedo, o que se la quiera poner en perspectiva, a actos a posteriori que<br />
obviamente se podrían dar con otros autores. Somera y francamente, la no<br />
ficción de narradores como Serna, no estrictamente él, sigue siendo espinosa<br />
de encontrar y publicar, y por ende de conceptualizar y jerarquizar. Ahora,<br />
hay narraciones no ficticias, descripciones de varios sistemas, libros de etiqueta,<br />
manuales, teorías y cavilaciones que no narran. Por esto vale rescatar<br />
una no ficción que sí narra y elucidarla con sus mejores patrones. En Serna<br />
hay mucha introspección y no pocas revelaciones verdaderamente íntimas,<br />
y no parece importarle quién sabía que a él no le importaba lo que decían<br />
otros. Su no ficción contiene la actitud de no incluir la queja “las cosas fueron<br />
mejor en mi día” como connotación, más la ventaja de que un escritor<br />
puede notar algo que los lectores no han percibido. No se convierte en una<br />
lección, sino en una orientación para que la mirada de los lectores se fije en<br />
eso por sí sola, y así lee un novelista como crítico.<br />
80<br />
enemigo público número uno<br />
No se puede decir que en Las caricaturas me hacen llorar el tono del autor<br />
posea muchos filtros, pues las muestras de su franqueza son vastas. En el to