Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
wilfrido h. corral<br />
sobre todo por su intención de revelar cómo la inteligencia imaginada por la<br />
crítica apunta a desinformar, chantajear, difamar y un sinnúmero de verbos<br />
de la misma ralea. Como observa Brooks, hay que deshacerse de la noción<br />
aquella según la cual al enseñar las humanidades uno se involucra en una<br />
formación que provee valores morales, o que habrá consecuencias benéficas<br />
al enseñar los grandes libros.<br />
Si decía al principio que en su no ficción más reciente Serna se ocupa<br />
ampliamente de las humanidades, también es cierto que no se ocupa del<br />
efecto directo de cómo se enseña a los estudiantes de literatura, sino del resultado<br />
de esa enseñanza en la crítica general. Es evidente que Genealogía<br />
de la soberbia postula que la crítica es una educación ética y de carácter<br />
aplicable al pensamiento crítico. El problema principal es que la “apropiación”<br />
cultural no está de moda, por lo menos desde que Edward Said propuso<br />
a fines de los años setenta que un recuento romántico del “Otro” facilita<br />
su conquista, dominación y explotación. Como resultado, lo que sí está de<br />
moda es el relativismo cultural, aunque en Nuestra América no hay señales<br />
certeras de que después de la visión modernista de fines del siglo xix se haya<br />
sazonado la cultura oriental con exotismo. Por eso Brooks recuerda que el<br />
profesor de literatura “no habla exactamente con su voz”, sino casi siempre<br />
como ventrílocuo de las ideas y las palabras de otros, y así se expone a acusaciones<br />
de negligencia.<br />
En vez de enseñar la sabiduría acumulada del pasado a través de los<br />
mejores libros (sin que importe su ideología) de la manera más plural posible,<br />
hoy se enseña selecciones de un menú a la carta que deja a los alumnos sin<br />
un entendimiento holístico de los debates y asuntos que formaron las culturas<br />
en que viven. Sin cuestionar la dispersión (aunque sostiene que los estudios<br />
culturales no son “teóricos”, por amorfos, y además por “faltarles los fundamentos<br />
históricos y precisiones de la ‘teoría’”), en la gráfica incluida en la<br />
guarda de su libro, Leitch 18 nota noventa y cuatro subdisciplinas y campos<br />
alrededor de doce temas mayores “que pueden cambiar esferas y fundirse en<br />
combinaciones originales”. Como demuestra Theory’s empire y las numero<br />
90<br />
18<br />
Vincent B. Leight, Literary criticism in the 21st century. Theory renaissance, Bloomsbury,<br />
Londres/Nueva York, 2014.