Posteriormente escritos)

Recommendations

Info

antonio moreno montero de La Yegua. Quise cruzar para verlo por última vez, despedirme, pero algo me detuvo. Lloré su muerte como si hubiera sido la de mi propio padre –rememoró Arracadas. McCarty sólo había tomado un par de tragos; era el único sobrio del grupo. A medida que escuchaba, empezó a tejer su propio desenlace, dado que Arracadas dejaba inconclusas las historias que contaba. El Comemexicanas era amante de La Yegua, así que ésta lo había escondido bajo sus largas faldas para que nadie lo encontrara; sin embargo, ambos desconocían que Arracadas era el hermano del alma de Otero. En menos de una semana, Arracadas se había enterado de lo ocurrido en Nuevo México, incluso ya conocía el nombre del asesino de su amigo. En esos días, sentado en el retrete, con un agujero en la cabeza, Sanquist perdía la vida, provocando la ira de su amante, que, enloquecida, juraba tomar venganza. Arracadas ordenó a Lampiño que trajera un recipiente de la carreta. –Con cuidado porque puede romperse. Recuerda que es un valioso regalo –dijo Arracadas. Lampiño dejó de hacer eses al regresar porque sostenía con ambas manos un frasco grande de cristal; lo que había dentro, a ojos de McCarty, parecía un sapo gigante, hinchado, flotando inerme en un líquido acuoso. –No es lo que crees –le dijo Arracadas–. Lo que ves allí perteneció a Sanquist. Es un regalo para ponerlo en la tumba de Otero. Estoy seguro que le agradará tanto como a nosotros. La mirada de McCarty se quedó fija en el horizonte que ya empezaba a clarear. Imaginó las calles bulliciosas de Paso del Norte y la mujer envuelta en llamas. Se sintió él mismo como un espectro que cabalga solo por las llanuras, condenado por un anonimato fugaz. McCarty se puso el sombrero y clavó la mirada en el suelo. Sabía que era el momento de partir. Se despojó de su cuchillo para dárselo a Lampiño como regalo, un gesto de reciprocidad entre caballeros. Ya montado en el ruano, le dijo a Lampiño: –Para que escalpes al hijo de puta que me mate a traición. Arracadas y Lampiño sonrieron, exhibiendo sus dientes podridos. 48
Movimientos de la leche Andrea Alzati en aquellos días todas las fuentes de la ciudad escupían leche tan blanca que de haberlas visto de frente nos hubieran dejado ciegos el humo avanzaba lentamente como en una procesión religiosa y las preguntas se replicaban en miles de formas geométricas 49
Page 1 and 2: 1
Page 3 and 4: 3
Page 5 and 6: el sueño de la aldea Héctor Manja
Page 7 and 8: el sueño de la aldea París y su m
Page 9 and 10: el sueño de la aldea el comunismo
Page 11 and 12: el sueño de la aldea chilenos, cen
Page 13 and 14: el sueño de la aldea uno, porque e
Page 15 and 16: el sueño de la aldea La memoria qu
Page 17 and 18: el sueño de la aldea El horizonte
Page 19 and 20: el sueño de la aldea puestos en pa
Page 21 and 22: el sueño de la aldea en el que se
Page 23 and 24: el sueño de la aldea modo de junta
Page 25 and 26: el sueño de la aldea pio e intrans
Page 27 and 28: el sueño de la aldea en la capacid
Page 29 and 30: el sueño de la aldea los dos prime
Page 31 and 32: Piedad filial Clyo Mendoza Herrera
Page 33 and 34: Lo asesinaron. Eso aseguró a grito
Page 35 and 36: me enseñó a disparar. De este lad
Page 37 and 38: Henry McCarty Antonio Moreno Monter
Page 39 and 40: henry mccarty desplazarse a Paso de
Page 41 and 42: henry mccarty McCarty divisó una c
Page 43 and 44: henry mccarty Los demás festejaron
Page 45 and 46: henry mccarty como un espectro por
Page 47: henry mccarty naba la amistad más
Page 51 and 52: ojo o de un blanco tan blanco que d
Page 53 and 54: sustancia líquida de cualquier her
Page 55 and 56: la única ceremonia que persiste de
Page 57 and 58: la fecha del nacimiento de este otr
Page 59 and 60: cuerpo lo escamaban el mar era el l
Page 61 and 62: Tres prosas Óscar González Saint
Page 63 and 64: los recuerdos como si fuesen los s
Page 65 and 66: ía amanecido cuando salió. Antes
Page 67 and 68: Nadie la vio salir Kaleb Gómez Nad
Page 69 and 70: Dice que todas las calles son una.
Page 71 and 72: Desmadres y tareas críticas según
Page 73 and 74: desmadres y tareas críticas según
Page 99 and 100:
desmadres y tareas críticas según
Page 101 and 102:
desmadres y tareas críticas según
Page 103 and 104:
Nunca te bajes en Niebla Miguel Ter
Page 105 and 106:
nunca te bajes en niebla El tren av
Page 107 and 108:
nunca te bajes en niebla -Pues lo c
Page 109 and 110:
nunca te bajes en niebla mira. Somo
Page 111 and 112:
nunca te bajes en niebla una fotogr
Page 113 and 114:
nunca te bajes en niebla -No entien
Page 115 and 116:
1 Hay cosas Entre ellas vivimos “
Page 117 and 118:
7 Obsesionados, perplejos Por el na
Page 119 and 120:
Muykut y un sargento llamado Healy,
Page 121 and 122:
Un jirón de humo, visible a la dis
Page 123 and 124:
esos dos portentos de generales ya
Page 125 and 126:
fuerte se hacía el olor. Cuando el
Page 127 and 128:
un perro tonto y termino cansado. N
Page 129 and 130:
los que laboran por uno en el fuero
Page 131 and 132:
admiración. Esto, la primera vez p
Page 133 and 134:
por el pico. Al menos, esto me pare
Page 135 and 136:
tapete una terrible posibilidad. El
Page 137 and 138:
La vigilia de la aldea De identidad
Page 139 and 140:
que las pretensiones del poeta se d
Page 141 and 142:
hay también para la inminencia, pa
Page 143 and 144:
memoria del lector. Con todo, Stant
Page 145 and 146:
y contradicciones. Por ejemplo, ind
Page 147 and 148:
Sade y la de Paz, se puede” consu
Page 149 and 150:
sólo es un texto fascinante desde
Page 151 and 152:
asesinado a su familia a sangre fr
Page 153 and 154:
¿Es posible esto? Desde un punto d
Page 155 and 156:
ecopilación de ensayos, crítica p
Page 157 and 158:
unidos en La voluntad de los objeto
Page 159 and 160:
tura trastocada y descontextualizad
Page 161 and 162:
e papel. Y esto también es necesar
Page 163 and 164:
de un hartazgo velado por reclamos
Page 165 and 166:
manifiesta es entrar en una casa qu
Page 167 and 168:
Alberto Blanco y la poesía visual
Page 169 and 170:
loques de tres líneas en dos colum
Page 171 and 172:
Las sombras tipográficas ahora est
Page 173 and 174:
desérticos y a un realismo que roz
Page 175 and 176:
tación de Gardea a través del rit
Page 177 and 178:
La simpatía como forma de la crít
Page 179 and 180:
llamado Mi perra Tulip, del memorio
Page 181 and 182:
flexiones sobre la imposibilidad de
Page 183 and 184:
mujeres miran las estrellas” o
Page 185 and 186:
lugar, cuyo feo nombre lo dice, “
Page 187 and 188:
el profe que estaba dando clase?,
Page 189 and 190:
Si en algunos casos se puede escrib
Page 191 and 192:
A lo largo de la novela el lector s
Page 193 and 194:
pasatiempo para matar el ocio mient
Page 195 and 196:
195
show all

Posteriormente escritos)

Create successful ePaper yourself

Delete template?

Save as template?