12.07.2015 Views

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

gando a la entrada <strong>de</strong>l Canal <strong>de</strong>l Caimán observamos que nohabía agua suficiente para flotar sobre los arrecifes y bajíos porlo que me vi en el caso <strong>de</strong> dirigirme a la Boca <strong>de</strong>l Infierno.“La tar<strong>de</strong> vino cuando atravesábamos la extensa bahía formadapor una vuelta circular <strong>de</strong>l Orinoco, frente al terrible paso,y las dos rocas gigantescas que se inclinan a una y otra mano <strong>de</strong>la entrada <strong>de</strong>l raudal, proyectaban sus largas sombras siniestrassobre la tranquila superficie <strong>de</strong> las aguas. Hubiéramos <strong>de</strong>seadopasar la Boca antes <strong>de</strong> anochecer, pero inútil intentarlo antes quese levantase la brisa <strong>de</strong> la mañana, porque reinaba una calmachicha, como siempre ocurre allí por verano, a la puesta <strong>de</strong> sol,y nos hallábamos tan rendidos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo un día <strong>de</strong> moverel remo en la pesada piragua, que no era ni presumible afrontarel torrente, sin una sola racha que nos ayudase a subirlo.Atracamos al tronco <strong>de</strong> un árbol que crecía al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la roca,más abajo <strong>de</strong>l raudal, y como éramos diez nos reíamos ante lai<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un espanto, llegando alguno <strong>de</strong> nosotros a manifestar el<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> que pudiéramos verlo. Después <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir a la suertenuestros turnos para vigilar durante la noche, nos acostamostodos a dormir, excepto uno a quien le tocaba hacer la guardia yque acertó a ser <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> los que se jactaban <strong>de</strong> su incredulida<strong>de</strong>n la existencia <strong>de</strong> las apariciones.“No pasó mucho tiempo, <strong>de</strong>spués que me hube dormido apopa, don<strong>de</strong> me encontraba hecho un ovillo, cuando me <strong>de</strong>spertónuestro compañero el vigía, temblando <strong>de</strong> pies a cabeza y casisin po<strong>de</strong>r hablar. Por fin exclamó: “¡Ave María purísima! Acabo<strong>de</strong> oír al espanto con tanta claridad como oigo siempre la campana<strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong> Caicara tocando a vísperas.”“Debo confesar que me sentí algo asustado por la fama quetenía el sitio en materia <strong>de</strong> aparecidos. A<strong>de</strong>más, como habíamosamarrado bajo la roca saliente, estábamos en completa oscuridady no podíamos ver cosa alguna a menos que hubiera entradoen la piragua, a pesar <strong>de</strong> que había una brillante noche estrellada.Después <strong>de</strong> escuchar un momento, percibí las melodías <strong>de</strong>una flauta, confusamente al principio, pero a intervalos, cuando143

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!