12.07.2015 Views

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

anza, que se abrieran las puertas <strong>de</strong>l calabozo, porque no podía<strong>de</strong>jar <strong>de</strong> creer, por improbable que pareciera, que así como elcacique me había salvado en otra ocasión, también podría sacarme<strong>de</strong> las casamatas por cualquier medio inesperado.“Neculpichuy reapareció por último y en la expresión <strong>de</strong> susnegros ojos, mientras dirigía miradas furtivas e intermitentes alcentinela, comprendí que <strong>de</strong>seaba comunicarme algo, pero quelo impedía la presencia <strong>de</strong>l soldado. Trajo consigo una pequeñaolla <strong>de</strong> barro llena <strong>de</strong> mazamorra <strong>de</strong> maíz, que el centinela,como <strong>de</strong> costumbre, examinó con la punta <strong>de</strong> la bayoneta, antes<strong>de</strong> permitir que pasase, con el objeto <strong>de</strong> inquirir si había algúndinero oculto en el fondo. Perucho (sic) dijo simplemente envoz baja, mientras me entregaba la olla simplemente en vozbaja: “¡Hay sal al (sic) fondo!”“Al instante adivine el sentido <strong>de</strong> aquellas palabras <strong>de</strong>sprovistas<strong>de</strong> importancia al parecer y cuando mi buen indio advirtiópor mi mirada que lo había comprendido, se alejó <strong>de</strong> la ventana.Retíreme a un rincón <strong>de</strong>l calabozo, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>vore con velocidadla mazamorra, pues era la sola comida sustanciosa quehabía hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que entre en las casamatas. Luego <strong>de</strong>jé caerla olla sobre las piedras como por casualidad y encontré que elfondo, mucho más macizo que <strong>de</strong> ordinario, contenía tres <strong>de</strong>esos terrones <strong>de</strong> oro virgen que los mineros llaman pepitas ycada uno <strong>de</strong> los cuales pesaba casi dos onzas. Perucho (sic),como lo supe más tar<strong>de</strong> hizo la olla la noche anterior con elobjeto <strong>de</strong> ocultar el oro y en efecto no habría sido fácil <strong>de</strong>scubrirloa menos que el centinela hubiese roto la vasija <strong>de</strong> barro.“Guardé el oro en mi cinturón y resolví esperar pacientementehasta que hubiese recibido una nueva remesa, antes <strong>de</strong> haceruna tentativa para que el carcelero consintiese en que yo cambiase<strong>de</strong> calabozo; también tuve el cuidado <strong>de</strong> reducir los pedazos<strong>de</strong> olla a fragmentos tan pequeños como era posible, paraesparcirlos por diversos lugares <strong>de</strong>l pavimento, don<strong>de</strong> quedaranocultos entres las gran<strong>de</strong>s piedras. Podría suponerse que semejanteprecaución era superflua, porque siendo regularmente rele-235

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!