- Page 3 and 4:
LAS SABANASDE BARINASPor un oficial
- Page 7 and 8:
A manera de prólogoILa versión e
- Page 9 and 10:
pero hay que aplicarle los simples
- Page 11 and 12:
conoció aquí en Caracas. Ya con s
- Page 13:
Réstanos sólo expresar nuestra gr
- Page 16 and 17:
Los llaneros —hombres de las saba
- Page 18 and 19:
infantería y artillería, al estab
- Page 20 and 21:
pocos caballos que acertaron a esta
- Page 23 and 24:
CAPÍTULO IIEL RÍO.— EL PIQUETE
- Page 25 and 26:
viento de la mañana, marcaban el c
- Page 27 and 28:
ien que te cruzaras billetes de amo
- Page 29:
(3) Para 1814 Páez figuraba ya en
- Page 32 and 33:
transcurría una semana sin una lid
- Page 34 and 35:
un comerciante de Caracas. Aunque s
- Page 36 and 37:
dad en favor de la segunda, opinió
- Page 38 and 39:
será éste, en las angostas y asqu
- Page 40 and 41:
“Sentí profundo alivio al ver qu
- Page 42 and 43:
después me llamaron a el almuerzo,
- Page 44 and 45:
(1) Acto 1, escena III.— La cita
- Page 46 and 47:
claros abiertos en el ribete de sel
- Page 48 and 49:
econociendo con calma las filas rea
- Page 50 and 51:
lo permitían las circunstancias, m
- Page 52 and 53:
alcanzarla el fuego y las cureñas
- Page 54 and 55:
Al conocer Páez semejante noticia
- Page 56 and 57:
ado que había debajo del balcón y
- Page 58 and 59:
era un criado de confianza que me s
- Page 60 and 61:
visitar a Bellavista, convinimos en
- Page 62 and 63:
los espectadores, quienes creyeron
- Page 64 and 65:
“Cuando le comuniqué el contenid
- Page 66 and 67:
“Comprenderás que debía procura
- Page 68 and 69:
albardas, destinaron al acarreo de
- Page 70 and 71:
muchachas reuníanse a orillas de l
- Page 72 and 73:
Por la noche, después de la Oraci
- Page 74 and 75:
explica el mismo en su Autobiograf
- Page 76 and 77:
siglo XIX, unos veinte años despu
- Page 78 and 79:
“No obstante lo avanzado de la es
- Page 80 and 81:
medraba una vegetación escuálida
- Page 82 and 83:
operación repitióse con la mula r
- Page 84 and 85:
movió la cabeza en signo de descon
- Page 86 and 87:
fogata con fragmentos de fustes de
- Page 88 and 89:
libros quien esboza mejor y pinta c
- Page 90 and 91:
glas militares que tuviesen por obj
- Page 92 and 93:
cer el enemigo, situado en la cumbr
- Page 94 and 95:
tes, en busca de algún punta abier
- Page 96 and 97:
por fortuna del enemigo, la infante
- Page 98 and 99:
las preguntas que voy a hacerte, co
- Page 100 and 101:
Castro, sin embargo, no dio oídas
- Page 102 and 103:
í en el momento critico de cargar
- Page 104 and 105:
tasen al mercader hasta Cunaviche,
- Page 106 and 107:
tud de regocijadísimos espectadore
- Page 108 and 109:
(¡Avanzad! ¡Avanzad! ¡Avanzad co
- Page 110 and 111:
Legión Británica que ha de distin
- Page 112 and 113:
maestro catalán de capilla don Bla
- Page 114 and 115:
insulto inferido a su teniente de m
- Page 116 and 117:
“Habiendo marchado Monagas hacia
- Page 118 and 119:
za, consintiesen en ir personalment
- Page 120 and 121: servicio, en calidad de soldados, a
- Page 122 and 123: de Honor, y Páez le estaba observa
- Page 124 and 125: solicitó que lo juzgase el mismo C
- Page 126 and 127: se apostan en diversos puntos cerca
- Page 128 and 129: io argentino”. El coronel Dehesa
- Page 130 and 131: ximos a los raudales, donde solían
- Page 132 and 133: astante leña para cocinar, sin tem
- Page 134 and 135: enviarla al antes que el mes finali
- Page 136 and 137: devolverle sus pertenencias privada
- Page 138 and 139: lo bajo el toldo, hasta que la dens
- Page 140 and 141: “Cierto verano, cuando el chico h
- Page 142 and 143: arcadero, cuando oyó el ruido de u
- Page 144 and 145: la brisa soplaba de la isla, pude r
- Page 146 and 147: les de inquietud al ver que iba sol
- Page 148 and 149: — “Yo le acompañaré para que
- Page 150 and 151: tenue claridad del alba ya persepti
- Page 152 and 153: a cuya puerta se agrupaban edecanes
- Page 154 and 155: Pues al llegar el jefe a su mandoLo
- Page 156 and 157: volver la proa hacia el huracán, p
- Page 158 and 159: (2) Respecto al trato que daban a P
- Page 160 and 161: e del carrizo como el de la planta
- Page 162 and 163: considerábase a los chinganeros co
- Page 164 and 165: de modo tan inesperado acababa de r
- Page 166 and 167: su ausencia mediante toda clase de
- Page 168 and 169: designado; al saber que se le desti
- Page 172 and 173: había distinguido entre los primer
- Page 174 and 175: fue muy bien recibido por ellos, co
- Page 176 and 177: ciones, durante la pesquisa que se
- Page 178 and 179: conjeturaron que los muleteros del
- Page 180 and 181: (1) El coronel Antonio (y no Esteba
- Page 183 and 184: CAPÍTULO XVLA CITASin duda en una
- Page 185 and 186: Cuando llegó al paso apenas se det
- Page 187 and 188: onda por los apostadores de los piq
- Page 189 and 190: se entre sus nuevos camaradas, haci
- Page 191 and 192: fin que interponer su autoridad pat
- Page 193 and 194: CAPÍTULO XVICACERÍAS DE TIGRES Y
- Page 195 and 196: sándose luego, a fin de cerrar tan
- Page 197 and 198: extremo que no le era posible causa
- Page 199 and 200: que daba el caballo en medio de su
- Page 201 and 202: Andrés Castro, que era el más jov
- Page 203 and 204: sos, se reunió con los cazadores v
- Page 205 and 206: duda de que si ello no es la regla
- Page 207 and 208: CAPÍTULO XVIILA FIESTA.—CANTOS N
- Page 209 and 210: La Guardia de Honor reunióse, como
- Page 211 and 212: palizada y a cortos intervalos, col
- Page 213 and 214: El canto de los bandos contendores
- Page 215 and 216: CAPÍTULO XVIIINARRACIÓN DEL MAYOR
- Page 217 and 218: en la fuga a los que tenían la mal
- Page 219 and 220: uso del amo; con mucho gusto hubier
- Page 221 and 222:
toda seguridad la señora sería pu
- Page 223 and 224:
“Mi compadre les propuso que se a
- Page 225 and 226:
CAPÍTULO XIXNARRACIÓN DEL JEFE DE
- Page 227 and 228:
“No alcanzaba a explicarme este p
- Page 229 and 230:
“Neculpichuy, que iba gobernando
- Page 231 and 232:
informó que ya había despachado a
- Page 233 and 234:
da a acurrucarse en los rincones mi
- Page 235 and 236:
anza, que se abrieran las puertas d
- Page 237 and 238:
entonces se me permitía hablar con
- Page 239 and 240:
un regimiento condenado a las colon
- Page 241 and 242:
“Después de esta escapatoria, qu
- Page 243:
El general Pedro Zaraza comenzó a
- Page 246 and 247:
flechera y atravesó el río con el
- Page 248 and 249:
ferida a los soldados, hasta que la
- Page 250 and 251:
jo la atención del jefe, nunca rem
- Page 252 and 253:
del todo favorable a los patriotas;
- Page 255 and 256:
CAPÍTULO XXILOS EMIGRADOS.—AMOR
- Page 257 and 258:
“Una de mis primeras compañeras
- Page 259 and 260:
por las pensionistas. Y si ya estab
- Page 261 and 262:
Carmelita se hallaba tan distante d
- Page 263 and 264:
Por fortuna el gobernador, sujeto h
- Page 265 and 266:
CAPÍTULO XXIICHANABILÚ Y ANCÁFIL
- Page 267 and 268:
pensables no sólo para las cruzada
- Page 269 and 270:
“Después de la tribu que mandaba
- Page 271 and 272:
modo su espíritu de la abrumante i
- Page 273 and 274:
canoa al río, antes que el letargo
- Page 275 and 276:
al río, que corría a la vera del
- Page 277 and 278:
(3) En el citado Resumen de Geograf
- Page 279 and 280:
CAPÍTULO XXIIIEL PUENTE DEL BRUJO.
- Page 281 and 282:
las posiciones del enemigo y hacer
- Page 283 and 284:
hasta el toque de diana. Gradualmen
- Page 285 and 286:
descubiertos antes de tiempo. Pront
- Page 287 and 288:
pel que forcejeaba en vano por lleg
- Page 289:
siguiéndolo de cerca, con el resul
- Page 292 and 293:
los llaneros quemaron el barco y re
- Page 294 and 295:
Valencia, La Victoria y demás pobl
- Page 296 and 297:
callaron al punto. Avanzado que hub
- Page 299 and 300:
CAPÍTULO XXVLA MARCHA.—EL ATAQUE
- Page 301 and 302:
que durante la guerra suministró m
- Page 303 and 304:
corceles, penetró por los espacios
- Page 305:
que singulariza a la mayor parte de
- Page 308 and 309:
confinamiento temporal. Los que per
- Page 311:
ÌNDICEA manera de prólogo . . . .