12.07.2015 Views

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

uso <strong>de</strong>l amo; con mucho gusto hubiera pagado yo mismo el precio<strong>de</strong> estos artículos, pero Hurtado empeñose en darme el dineronecesario, tomándolo <strong>de</strong>l haber común <strong>de</strong> la cuadrilla.“A la mañana siguiente, ya bastante tranquilos los toros, micompadre y sus hombres, me ayudaron a arrearlos hacia elTambo <strong>de</strong>l Espinal, sitio que yo había indicado a los peones paraque me esperasen; y allí nos separamos con recíprocas manifestaciones<strong>de</strong> cariño y buen éxito. Entregué todos los bichos alalcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> Parapara, quien me pagó el resto <strong>de</strong>l dinero <strong>de</strong>bido,a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> darme albricias por haberlo traído tan <strong>de</strong>scansados yen tan buenas condiciones. Entonces escogí dos peones para queme acompañaran y cuidaran <strong>de</strong> las mulas <strong>de</strong> Vicentico; los otrosmozos los hice regresar al hato, antes <strong>de</strong> salir para la capital.“Cuando llegué a Caracas encontré ya a don Francisco y a sumujer listos para el viaje y habiendo hecho mis compras, sinolvidar la encomienda <strong>de</strong> mi compadre, salimos <strong>de</strong> la ciudad porel camino <strong>de</strong> La Victoria. Éramos siete por todos, incluyendodos arrieros caraqueños, uno <strong>de</strong> los cuales atendía al señor y ala señora, que iban <strong>de</strong>lante, y el otro, que conducía el macho conlos baúles <strong>de</strong> aquéllos, se agregó a mí y a mis peones.Dormimos en Ortiz a la tercera noche <strong>de</strong> haber salido <strong>de</strong> la capitaly temprano a la mañana siguiente, mientras tras cargábamoslas mulas para continuar viaje, don Francisco y su mujer partieronacompañados <strong>de</strong>l peón, con el propósito <strong>de</strong> llegar a ElSombrero a la hora en que mi amo acostumbraba comer.“Yo les había aconsejado con empeño, antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong>Caracas, que marchasen junto con las mulas <strong>de</strong> carga, para queyo y los tres peones pudiésemos <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlos caso <strong>de</strong> ser atacadosen el camino por salteadores; pero don Francisco que aigual <strong>de</strong> su peón, iba armado <strong>de</strong> una carabina, se burló <strong>de</strong> miadvertencia, y aun la recibió como un ultraje a su valentía, porconsiguiente no hablé más <strong>de</strong>l asunto, contentándome con acuciarlas mulas más <strong>de</strong> lo que hubiera hecho en otras circunstancias,a fin <strong>de</strong> mantenerme tan cerca, como fuese posible, enatención a la hermana <strong>de</strong> mi amo; sin embargo, como aquella219

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!