12.07.2015 Views

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

noche con él y sus secuaces, cuando iba subiendo con el ganado;yo era el único mayordomo que se atrevía, entre los muchosque frecuentaban el camino, a apacentar un rebaño <strong>de</strong> novillosen las inmediaciones <strong>de</strong> su guarida, bien que al regreso procurabasiempre no encontrarme con él, si podía evitarlo <strong>de</strong> algúnmodo, pues, aunque en su carácter <strong>de</strong> compadre mío nuncahubiera tocado un solo real <strong>de</strong>l dinero a mi cargo, podía no obstanteocurrir que sus mozos tuviesen menos escrúpulos.“Cierto año (precisamente antes <strong>de</strong> la festividad <strong>de</strong> Pascuaflorida, cuando todas las principales poblaciones <strong>de</strong> Venezuela,preparaban un toreo para tal ocasión), conducía yo una punta <strong>de</strong>veinte toros <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n, <strong>de</strong>stinados a la villa <strong>de</strong> Parapara,y como eran extraordinariamente bravíos y mi patrón me hizoespecial encargo <strong>de</strong> no disgustar en modo alguno al alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong>aquella población, quien, más <strong>de</strong> un mes antes, había pagadoestrenas por los bichos, tomé la precaución <strong>de</strong> encerrarlos todaslas noches en un corral seguro, cerca <strong>de</strong> algún pueblo, para nocorrer el riesgo <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rlos. Así los había arreado sin inconvenientealguno hasta la ciudad <strong>de</strong> Ortiz y sólo tenía por <strong>de</strong>lanteuna corta jornada <strong>de</strong> cinco leguas, cuando por mi mala suerte,el Chambeco (3) que posee a todos los muchachos sin excepción,y especialmente a los <strong>de</strong> Ortiz, según creo, indujo a todoslos chicos vagos <strong>de</strong> la población a reunirse junto al corral paracometer sus travesuras, cuando yo y mis peones dormíamos lasiesta, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> nuestra fatigante marcha. Como era <strong>de</strong> esperarse,los muchachos hostigaron los toros, que a no ser así sehabrían echado tranquilamente en el corral, pero los chicos fuerontan tenaces que uno <strong>de</strong> los bichos saltó por encima <strong>de</strong> lacerca y escapó al monte, seguido <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>más.“Me sacó <strong>de</strong> mi profundo sueño el rebullicio <strong>de</strong> la calle y encuanto llegué a la puerta <strong>de</strong> la posada pu<strong>de</strong> ver que los torosatravesaban la plaza en tropel, precisamente cuando había enella mayor concurrencia que salía <strong>de</strong> la iglesia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> laOración <strong>de</strong>l Rosario. Por fortuna, los fieros animales huían tana escape, que hicieron poco o ningún daño, <strong>de</strong>rribando a penas216

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!