12.07.2015 Views

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

Las Sabanas de Barinas - MinCI

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“De buen grado hubiera ido yo hasta los llanos con el objeto<strong>de</strong> <strong>de</strong>spedirme <strong>de</strong> mis primos en el tiempo que faltaba para lasalida <strong>de</strong>l galeón, pero don Gaspar ni siquiera quiso que lehablasen <strong>de</strong> ello, alegando el temor <strong>de</strong> que yo volviese a caer enla antigua rusticidad que con tanto trabajo me había corregido;por mi parte temí importunarlo <strong>de</strong>masiado con mi insistencia nofuese a disgustarse hasta el extremo <strong>de</strong> negarme el permiso quetan difícil me había sido obtener para el viaje a Europa; no obstante,escribí a mi tío Silvestre por un correo que llevaba pliegospara el nuevo gobernador <strong>de</strong> San Fernando, y recibí respuestala propia víspera <strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l galeón. La carta <strong>de</strong> misprimos abundaba en <strong>de</strong>seos cariñosos por mi feliz arribo aEspaña y pronto regreso, recomendándome que nunca olvidasela tierra <strong>de</strong> mi madre que era también mi tierra natal; a<strong>de</strong>más mereprochaban afectuosamente por haberme <strong>de</strong>jado inducir <strong>de</strong>algún extraño a marcharme <strong>de</strong> Sur América sin hacer una visita<strong>de</strong> <strong>de</strong>spedida a Merecure.“Cuando hube recibido el indispensable pasaporte, donGaspar me acompañó la misma tar<strong>de</strong> al puerto <strong>de</strong> La Guaira,don<strong>de</strong> el barco estaba listo para darse a la mar y me encomendóal cuidado <strong>de</strong> su sobrecargo con tanta indiferencia como si yohubiese sido uno <strong>de</strong> sus zurrones <strong>de</strong> cacao, proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>Aragua. Casi todas las <strong>de</strong>scripciones <strong>de</strong> viajes consisten meramenteen comentarios acerca <strong>de</strong> los habituales cambios <strong>de</strong> tiempoexperimentados al cruzar el océano, por lo cual te ahorraré elrecuento <strong>de</strong>l mío. Supónme, pues, <strong>de</strong>sembarcado en Cádiz yprocurando inútilmente <strong>de</strong>scubrir la superioridad en esplendor yhasta en comodidad <strong>de</strong> los edificios españoles sobre los <strong>de</strong>Caracas, como se me había acostumbrado a esperar.“¡Santa María!, amigo Castro”, interrumpió La Torre, “ésteexordio tuyo huele mucho a regionalismo; no me sorpren<strong>de</strong>ríaoírte gritar ¡Viva la Patria! Uno <strong>de</strong> estos días ¿Te atreves a compararseriamente a Caracas con Cádiz?” “No sólo a compararlas,compañero, sino a preferir <strong>de</strong>cididamente la primera. Piensapor un momento en pasar un día <strong>de</strong> bochorno, como parece que37

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!