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CAPÍTULO VCONTINÚA LA NARRACIÓND
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pero en tal forma que cuando aparec
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los de esta clase, excepto en los l
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on así a las barbas, sin que se no
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tas, por lo menos en mi caso. Sus c
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“Correspondí a don Sebastián co
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CAPÍTULO VILA RETIRADA DE LOS EMIG
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emigrados, mientras el ejército es
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poco a poco, logró calmar el temor
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nario de 1a campaña, pues siempre
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que le ofrecen, el vacío se hace e
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CAPÍTULO VIIEL ESPECTRO DE LOS AND
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“El Cura de Cheva, en cuyo hogar
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fué presa de evidente fatiga que d
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encuentran en la mayor parte de los
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pasando las neblinas. Debo confesar
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Julián hízome la advertencia de q
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CAPÍTULO VIIIEL CAMPAMENTO PATRIOT
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“¡Oiga, Taita! Aquí está Carva
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completa y satisfactoriamente todos
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te de bosques que ciñe al Arauca,
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penas entre dos de los soldados de
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pidió permiso a su amigo para habl
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dio constantes ejemplos a “sus ll
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CAPÍTULO IXEL MERCADERAMBULANTE.
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del ejército (3). El francesito so
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con el patrón de su bote, criollo
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(2) A la acuñación de esta moneda
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liga ya existente en la plata, dio
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CAPÍTULO XNOTICIAS DE ANGOSTURACur
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encomendó al Congreso de Venezuela
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la milicia y tratase de sostener la
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de nota distribuyó a los demás mi
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guardia!’ y a pesar de todas las
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esorte del triunfo. En este caso la
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la creencia de que el Libertador se
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(9) Pág. 106. Los historiadores pa
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CAPÍTULO XINARRACIÓN DEL PESCADOR
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que éramos pescadores de Caicara,
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“Este era mi amo por aquel tiempo
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gieron presto hacia el rancho, a do
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ser publicadas de modo regular, por
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la población, excepto la nuestra;
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“Aunque felizmente Jacinta no es
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gando a la entrada del Canal del Ca
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tar con paciencia la idea de que hi
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más recónditas de la selva si cua
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CAPÍTULO XIIEl ORINOCO.—BOLÍVAR
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habiendo cogido un remo cada lanche
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asegurarle que estaban dispuestas a
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to contra el toldo constituía gran
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Panchito, quien mantenía firmement
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embargo, Pérez conservó su cargo
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CAPÍTULO XIIILOS MAROMEROS.— LA
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nas melodías de los indios salvaje
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pecto al hermano de ella, pues todo
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unos cuantos déspotas militares, c
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cuya separación tenía motivos de
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había distinguido entre los primer
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fue muy bien recibido por ellos, co
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ciones, durante la pesquisa que se
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conjeturaron que los muleteros del
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(1) El coronel Antonio (y no Esteba
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CAPÍTULO XVLA CITASin duda en una
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Cuando llegó al paso apenas se det
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onda por los apostadores de los piq
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se entre sus nuevos camaradas, haci
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fin que interponer su autoridad pat
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CAPÍTULO XVICACERÍAS DE TIGRES Y
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sándose luego, a fin de cerrar tan
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extremo que no le era posible causa
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que daba el caballo en medio de su
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Andrés Castro, que era el más jov
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sos, se reunió con los cazadores v
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duda de que si ello no es la regla
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CAPÍTULO XVIILA FIESTA.—CANTOS N
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La Guardia de Honor reunióse, como
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palizada y a cortos intervalos, col
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El canto de los bandos contendores
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CAPÍTULO XVIIINARRACIÓN DEL MAYOR
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en la fuga a los que tenían la mal
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uso del amo; con mucho gusto hubier
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toda seguridad la señora sería pu
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“Mi compadre les propuso que se a
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CAPÍTULO XIXNARRACIÓN DEL JEFE DE
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“No alcanzaba a explicarme este p
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“Neculpichuy, que iba gobernando
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informó que ya había despachado a
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da a acurrucarse en los rincones mi
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anza, que se abrieran las puertas d
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entonces se me permitía hablar con
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un regimiento condenado a las colon
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“Después de esta escapatoria, qu
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El general Pedro Zaraza comenzó a
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flechera y atravesó el río con el
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ferida a los soldados, hasta que la
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jo la atención del jefe, nunca rem
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del todo favorable a los patriotas;
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CAPÍTULO XXILOS EMIGRADOS.—AMOR
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“Una de mis primeras compañeras
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por las pensionistas. Y si ya estab
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Carmelita se hallaba tan distante d
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Por fortuna el gobernador, sujeto h
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CAPÍTULO XXIICHANABILÚ Y ANCÁFIL
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pensables no sólo para las cruzada
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“Después de la tribu que mandaba
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modo su espíritu de la abrumante i
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canoa al río, antes que el letargo
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al río, que corría a la vera del
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(3) En el citado Resumen de Geograf
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CAPÍTULO XXIIIEL PUENTE DEL BRUJO.
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las posiciones del enemigo y hacer
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hasta el toque de diana. Gradualmen
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descubiertos antes de tiempo. Pront
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pel que forcejeaba en vano por lleg
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siguiéndolo de cerca, con el resul
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los llaneros quemaron el barco y re
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Valencia, La Victoria y demás pobl
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callaron al punto. Avanzado que hub
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CAPÍTULO XXVLA MARCHA.—EL ATAQUE
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que durante la guerra suministró m
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corceles, penetró por los espacios
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que singulariza a la mayor parte de
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confinamiento temporal. Los que per
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ÌNDICEA manera de prólogo . . . .