Juventudes latinoamericanas
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<strong>Juventudes</strong> <strong>latinoamericanas</strong><br />
Al mismo tiempo, otros autores consideran que la noción de exclusión<br />
social es demasiado amplia y relativamente ambigua:<br />
… el concepto de exclusión social presenta la seria desventaja o limitación<br />
de ser demasiado extenso y, por lo tanto, de no representar una<br />
categoría que permita establecer -por sí misma- situaciones relevantes<br />
del problema. El concepto de exclusión social, tal como se ha formulado<br />
hasta el momento, no permite discriminar aquellas exclusiones que<br />
constituyen realmente un problema social, de aquellas que responden<br />
a opciones de los individuos en relación a estilos de vida. Es decir, no<br />
distingue aquellas exclusiones que conducen al quiebre de los vínculos<br />
sociales, de aquellas que simplemente establecen diferencias entre los<br />
miembros de la sociedad, las que no necesariamente son conflictivas<br />
(Barros, 1996: 32).<br />
En fecha posterior, otros autores plantearon limitaciones del concepto<br />
en esa misma dirección. Por ejemplo, S. Karsz alertaba que la categoría<br />
exclusión estaba sobre-determinada desde distintos discursos y<br />
prácticas poco coordinadas (Karsz, 2004) y R. Castel advertía que había<br />
sido objeto de un uso heterogéneo e inflado que le había conferido<br />
un carácter difuso y laxo al amalgamar una diversidad de situaciones<br />
sin hacer referencia a los modelos de desarrollo que la generaban<br />
(Castel, 2004).<br />
Para nuestro enfoque resultó pertinente la noción de vulnerabilidad,<br />
a pesar de la complejidad conceptual y práctica que entraña, pues<br />
interactúa y se superpone con otros conceptos de naturaleza afín.<br />
Esta categoría ha sido definida por diferentes autores como un<br />
estadio intermedio en el continuo entre inclusión y exclusión y reconocen<br />
que va más allá de los aspectos económicos para incluir otros<br />
elementos de orden social, político y cultural (Castel, 1992, 1997,<br />
2004; Juárez, et. al. 1995; García Serrano y Malo, 1996, 2000; Tezanos,<br />
1999, 2001, 2005; Minujin, 1999; Pizarro, 2001; Kaztman, 2000; C.<br />
Filgueiras, 2001; Kaztman y F. Filgueiras, 2006; Subirats, 2004, 2005;<br />
así como informes de CELADE, 2001; CEPAL, 2002).<br />
Por ejemplo, un informe elaborado por el Centro Latinoamericano<br />
y del Caribe de Demografía (CELADE), perteneciente a CEPAL,<br />
define la vulnerabilidad social como<br />
la combinación de: i) eventos, procesos o rasgos que entrañan adversidades<br />
potenciales para el ejercicio de los distintos tipos de derechos<br />
ciudadanos o el logro de los proyectos de las comunidades, los hogares<br />
y las personas; ii) la incapacidad de respuesta frente a la materialización<br />
de estos riesgos; y iii) la inhabilidad para adaptarse a las consecuencias<br />
de la materialización de estos riesgos” (CEPAL, 2002b: 17).<br />
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