Juventudes latinoamericanas
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Liliana Galindo Ramírez y Rita de Cássia Alves Oliveira<br />
especulación inmobiliaria y la falta de viviendas para la población pobre;<br />
se posicionaron contra la corrupción y contra el sistema penal<br />
que criminaliza a los movimientos sociales; criticaron las remociones<br />
de familias para la construcción de las obras del Mundial de Fútbol;<br />
dieron visibilidad a las causas ambientales e indígenas (la aprobación<br />
del nuevo Código Forestal y la destrucción ecológica y cultural provocada<br />
por la construcción de la Central Hidroeléctrica de Belo Monte);<br />
reivindicaron el pasaje gratuito en el transporte público, la legalización<br />
de la marihuana y del aborto, un 10% del PIB nacional para la<br />
educación pública y gratuita y la reforma de la estructura política 41 .<br />
Tal como apuntan Lipovetsky y Serroy (2011: 119), la “glocalización”<br />
cumple un rol importante ante la presión de la homogeneización<br />
a través de la cultura-mundo: se trata “de una resistencia a la violencia<br />
de verse arrancado de aquello que nos hace ser como somos y a lo que<br />
nos encontramos ligados (...) Es necesario ver un instrumento de protección<br />
de uno mismo en el mundo de la desorientación globalizada”.<br />
La orientación, en el caso de Ocupa Sampa, provino precisamente de<br />
la construcción conjunta de una dimensión local, regional y nacional<br />
frente al nuevo fenómeno de movimiento en red que experimentaban<br />
por primera vez. Y como subrayó Giovanni Alves, los movimientos de<br />
2011 “constituyen ejemplos candentes de la verdadera globalización<br />
de los de abajo, los cuales actualmente se contraponen a la globalización<br />
de los de arriba”, la utilización de Facebook y de Twitter expande<br />
el área de intervención territorial y la movilización política, de allí el<br />
rol central de dichas herramientas (Alves, 2012: 32).<br />
Los usos de las tecnologías digitales: de internet a las calles<br />
Vale do Anhangabaú se transformó; Ocupa Sampa contenía en sus entrelíneas<br />
la reivindicación del derecho a la ciudad. Además de las centenas<br />
de carpas, extendieron pasacalles y carteles, difundieron, convocaron<br />
a la gente, debatieron, recibieron a los adultos y niños que viven<br />
en la calle, buscaron ayuda y recibieron donaciones de alimentos y<br />
equipamientos. Construyeron una mini huerta orgánica en el cantero<br />
de la plaza, trabajaron con los residuos separándolos y reciclándolos.<br />
Se realizaron decenas de asambleas transmitidas vía internet; crearon<br />
procedimientos presenciales, gestos y palabras que dieran cuenta de<br />
esas nuevas prácticas políticas emergentes de decisiones consensuadas.<br />
En lugar de las tradicionales marchas y movilizaciones, eran centenares<br />
de jóvenes que permanecieron debajo del Viaduto do Chá, en<br />
el inhóspito centro de São Paulo, durante varias semanas.<br />
41 La página de Ocupa Sampa en internet muestra en su Manifiesto las banderas del<br />
movimiento: https://ocupasampa.milharal.org/nosso-manifesto/<br />
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