Juventudes latinoamericanas
Xo4bZ
Xo4bZ
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Juventudes</strong> <strong>latinoamericanas</strong><br />
las redes sociales para crear sistemas de comunicación alternativa echa<br />
mano de “mecanismos de convocatoria interactivos”, tales como boletines,<br />
listas y videoconferencias en ambientes digitales. Al experimentar<br />
esto por primera vez, uno de los entrevistados, emocionado, comenta<br />
acerca de la importancia y la vivencia que brinda el live stream:<br />
...con un mes de acampada hicimos nuestra primera conferencia debajo<br />
del Viaduto do Chá, con internet 3G y proyectando, para que todos la vieran.<br />
¡Estuvo lindo! Estuvimos en contacto con Tokio, Taiwán y Madrid;<br />
todo en inglés. La conferencia que más me impresionó fue la que hicimos<br />
con la gente de Taiwán, ¡los tipos son terribles! (...) Los días de las conferencias<br />
fueron para llorar. Uno ve un movimiento igualito al suyo del otro<br />
lado del mundo, por internet: es para llorar. Los días de las conferencias<br />
era para llorar, la fuerza que tenía el movimiento era increíble, todo el<br />
mundo allí, juntos por la misma causa: es mucha energía (Indignado 1)<br />
La “calle global”, anunciada recientemente por Bernardo Gutiérrez y<br />
Pablo de Soto (2014), fue sentida vivamente por aquellos jóvenes en<br />
2011. Para estos autores, “la calle global es calle glocal (...) Son luchas,<br />
movimientos, acciones y/o tácticas comunes. (...) Y las consignas de<br />
la calle global desembocan en un deseo de participación política”. Estar<br />
en la plaza en el centro de São Paulo, pero al mismo tiempo estar<br />
conectados con el movimiento en red que se propagaba por el planeta:<br />
fue una experiencia hasta entonces desconocida para los jóvenes<br />
brasileños. Percibieron y probaron lo que era la acción en red, en los<br />
moldes del análisis de Castells (2013: 14): “Mediante la producción<br />
mensajes (...) y el desarrollo de redes autónomas de comunicación<br />
horizontal, los ciudadanos de la era de la información son capaces de<br />
inventar nuevos programas para sus vidas con los materiales de sus<br />
sufrimientos, sus miedos, sueños y esperanzas. Al compartir experiencias,<br />
construyen proyectos”. Y esa “calle glocal” compartida involucró<br />
también mucha creatividad, relajación y placer, tal como recuerda<br />
una joven de la Comisión de Comunicación:<br />
Yo era la chica que andaba en una bicicleta con una computadora en<br />
la canastita y con un casco con webcam full HD acoplada; andaba por<br />
el campamento y transmitía un montón de cosas por internet. Cuando<br />
montamos la isla de comunicación, empezamos a hacer muchas transmisiones<br />
en vivo. Eso fue muy loco, fue increíble que salió tan bien.<br />
(Indignada 4)<br />
Una bicicleta en la mano, una cámara en la cabeza; y la transmisión<br />
live stream salió del lugar común, conquistó aires juveniles, casi como<br />
un juego. Como apunta Martín-Barbero (2005: 24), como tecnicidad,<br />
206