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Juventudes latinoamericanas

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Sara Victoria Alvarado, Camilo Ramírez, Ariel Gómez y María Cristina Sánchez<br />

tador de las acciones políticas en un nivel distinto de recepción, sino<br />

que afinan los contenidos de la acción en lenguajes, afectos y modos de<br />

aparición distintos, alternos, alternativos. Esta sería la primera forma<br />

en la que -en perspectiva hermenéutica- la acción política puede darse<br />

como acción simbólica: el símbolo es una relación, y si bien es cierto,<br />

es una relación que demanda un esfuerzo de lectura distinta, hace<br />

que el sujeto político aparezca de modo distinto ante los otros. La<br />

capacidad simbólica habla de la potencialidad de ser otro ante otros,<br />

y ello implica tanto al actor político como al lector o espectador de<br />

las acciones políticas. Una segunda forma en la que la acción política<br />

se da como acción simbólica es el carácter innovador que la reviste:<br />

lo que define las acciones políticas es el vínculo que construyen, pero<br />

no hay vínculo sin tensión y ello significa que la dificultad de asumir<br />

los recursos simbólicos en la sociedad contemporánea es la dificultad<br />

de leer en clave distinta a la de la inmediatez: “El símbolo es la única<br />

vía para que el individuo se rehaga de la mortificante presión de la<br />

adaptación, o, mejor aún, es la única vía que le prepara un auténtico<br />

rehacerse” (Trevi, 1996). La interpretación de los símbolos entraña así<br />

una inteligibilidad lejana a la verdad despótica, que Arendt, veía como<br />

uno de los grandes inconvenientes en la relación entre verdad y política.<br />

La verdad de nuestros jóvenes es la de la facticidad, la de la innovación<br />

y la que se expresa como símbolo cuando propone otro tipo de<br />

balance y diálogo. Las palabras, las acciones y los símbolos instalan<br />

relaciones, las exponen; de allí que ontológicamente la política sea:<br />

aquello que es con la acción, es decir aquello que es en el pensar en<br />

común. La hermenéutica ontológica política permite que entendamos<br />

que la ontología del mundo es la multiplicidad de la experiencia.<br />

III. Clave de lectura de las emergencias y<br />

desplazamientos de la acción política alternativa<br />

de jóvenes. Lo acontecimental en el accionar<br />

político de las y los jóvenes<br />

Vatter y Ruíz (2011) en la introducción al texto Política y acontecimiento<br />

plantean críticamente la manera en cómo el pensamiento de<br />

la política se transformó en filosofía de la historia, ante lo cual dejan<br />

entrever un necesario y urgente desplazamiento del pensamiento de<br />

la política considerando el enraizamiento de ésta con el acontecimiento,<br />

en la ocasión y en la contingencia. Son estas mismas categorías<br />

las que potencian la posibilidad comprensiva de los mundos de<br />

vida de las y los jóvenes y el consecuente develamiento de la relación<br />

política - juventud que en ellos se instituye<br />

El interés por el acontecimiento en el pensamiento político contemporáneo,<br />

permite un desplazamiento en el entendimiento de la ac-<br />

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