Juventudes latinoamericanas
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<strong>Juventudes</strong> <strong>latinoamericanas</strong><br />
4.1 A quiénes y a cuántos nos referimos al hablar de jóvenes<br />
Según el Censo de Población y Viviendas realizado en el año 2012, las<br />
personas jóvenes (entre 14 y 29 años según está definido en el Código de<br />
la Niñez y la Juventud vigente en el país) representaban el 20,5% del total<br />
de población, proporción que experimenta una tendencia decreciente<br />
como resultado de la segunda transición demográfica que tiene lugar en<br />
la sociedad cubana y que está provocando un intenso envejecimiento. El<br />
76% vive en zonas urbanas y el 48,4% son mujeres. (ONEI, 2014, II.2).<br />
La composición por color de la piel aunque no difiere significativamente<br />
de la población total, refleja un aumento de las personas mestizas 3 .<br />
Si al grupo juvenil se añade el segmento de niños y niñas de 12<br />
a 14 años, ubicados en el nivel de enseñanza secundaria básica, que<br />
comparten muchos de los elementos propios de la condición juvenil,<br />
la proporción se eleva a 24,3% de la población.<br />
La Habana concentra el 18,7% del total de personas jóvenes<br />
(ONEI, 2014: II.2) y constituye la segunda provincia más envejecida,<br />
con una tasa de crecimiento poblacional negativo sostenida, la más<br />
baja tasa de natalidad, intensas corrientes inmigratorias de otras regiones<br />
del país y la más elevada tasa de emigración externa 4 .<br />
Pero tampoco La Habana es un territorio homogéneo; hay una mayor<br />
proporción de personas y mujeres jóvenes por encima de la media<br />
provincial en los municipios periféricos, mientras los centrales tienen más<br />
baja proporción (ONEI, 2012: 3.6), unido a desigualdades en las condiciones<br />
materiales de vida, entre ellas la vivienda y la red vial, la situación<br />
medio ambiental y las opciones culturales y recreativas, entre otras.<br />
Estos procesos sociodemográficos y las desigualdades territoriales<br />
contribuyen a generar cierta vulnerabilidad en grupos juveniles<br />
de la capital del país, particularmente de determinadas zonas, aun<br />
cuando no puede hablarse en sentido pleno de una segmentación residencial,<br />
pues conviven en una misma área familias de pertenencia<br />
socioestructural y condiciones socioeconómicas diversas.<br />
3 En la población total la composición por color de la piel es 64,1% de personas<br />
blancas, 9,3% negras y 26,6% mestizas; entre las juventudes las proporciones son<br />
61,6%, 8,1% y 29,7% (ONEI, 2014: II.4).<br />
4 El 19,7% de su población tiene 60 años y más, solo superada por la provincia de<br />
Villa Clara cuya proporción es de 21,6% (ONEI, 2014: II.2). En la última década la<br />
población de la capital se redujo en un 3,2% y tuvo una tasa de crecimiento negativo<br />
de forma sostenida, mientras para Cuba hubo un ligero crecimiento de 0,6% y las<br />
tasas de crecimiento negativo se registraron solo en apenas 3 años (ONE, 2002: II.2;<br />
ONEI, 2012: 3.6). En el año 2011 tuvo un saldo migratorio interno positivo con una<br />
tasa de 5,9, el más alto del país, a la vez que la tasa de migración externa fue de -8,4,<br />
frente a la de todo el país de -3,5 (ONEI, 2012: 3.21). En esa misma fecha la tasa bruta<br />
de natalidad fue de 9,5, mientras la del país se situó en 11,4; ese comportamiento se<br />
viene produciendo desde hace varias décadas (ONEI, 2012ª: 35).<br />
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