Lectura y familia.indd - Consejo Escolar de la Región de Murcia
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Libertad hacia <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>stronar al libro como símbolo <strong>de</strong> saber y conocimiento (y recuerdo ahora<br />
aquel<strong>la</strong>s fotos que nos hacían en los colegios <strong>de</strong> los años sesenta, sentados<br />
ante un gran libro abierto y con un gran mapa <strong>de</strong> España a nuestras espaldas).<br />
En China, el libro es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> antigüedad un símbolo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r para ahuyentar<br />
a los malos espíritus. Nuestro ilustre paisano, el poeta y místico sufí Ibn Arabí<br />
escribió en el siglo XII: “El universo es un inmenso libro”. Curiosamente, el<br />
simbolismo <strong>de</strong>l libro está muy re<strong>la</strong>cionado con el <strong>de</strong>l tejido, que simboliza “<strong>la</strong><br />
trama <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida“, así como el acto <strong>de</strong> tejer representa fundamentalmente <strong>la</strong><br />
creación, <strong>la</strong> propagación y <strong>la</strong> preservación <strong>de</strong> <strong>la</strong> existencia. En ese sentido, no<br />
hay duda <strong>de</strong> que Internet, es <strong>de</strong>cir, <strong>la</strong> Red, participa <strong>de</strong>l mismo simbolismo.<br />
Personalmente prefi ero un millón <strong>de</strong> veces los libros a los or<strong>de</strong>nadores, pero<br />
no creo que el soporte <strong>de</strong> <strong>la</strong> obra literaria importe tanto, en principio, como<br />
su calidad. De lo que se trata es <strong>de</strong> conseguir que nuestros hijos se <strong>familia</strong>ricen<br />
con <strong>la</strong>s obras literarias y hagan <strong>de</strong> <strong>la</strong> lectura una costumbre. Para ello es<br />
indispensable que en el entorno <strong>familia</strong>r favorezcamos ese hábito ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />
más tierna infancia, que es cuando comienzan a <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r su individualidad.<br />
Hasta bien entrada <strong>la</strong> adolescencia, los niños necesitan, en todos los ór<strong>de</strong>nes,<br />
gran<strong>de</strong>s dosis <strong>de</strong> atención y comprensión por nuestra parte, y así como es<br />
preciso utilizar con ellos el lenguaje más apropiado para cada etapa, <strong>de</strong>bemos<br />
poner a su alcance lecturas que les ayu<strong>de</strong>n a forjar su carácter y sus gustos,<br />
que les proporcionen respuestas a sus muchas preguntas y preocupaciones<br />
y que contribuyan a orientarles y aportarles soluciones a sus confl ictos y sus<br />
necesida<strong>de</strong>s. La vida es corta y, en ocasiones, <strong>de</strong>masiado estrecha. Leer tal vez<br />
no a<strong>la</strong>rga <strong>la</strong> vida, pero sin duda <strong>la</strong> ensancha. Por eso consi<strong>de</strong>ro también que<br />
<strong>la</strong> lectura <strong>de</strong>bería constituir un ejercicio permanente, cuando no una materia<br />
o una asignatura aparte, en todos los ciclos <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> preesco<strong>la</strong>r<br />
hasta bachillerato.<br />
Pero ¿cómo nace, cómo se <strong>de</strong>spierta en los niños <strong>la</strong> afi ción por <strong>la</strong> lectura?<br />
Des<strong>de</strong> luego, con <strong>la</strong> enorme profusión actual <strong>de</strong> medios audiovisuales y cibernéticos,<br />
<strong>la</strong> mera presencia <strong>de</strong> libros en los hogares y en <strong>la</strong>s au<strong>la</strong>s no es garantía<br />
sufi ciente. Se necesitan otros estímulos. Y ahí es don<strong>de</strong> nosotros los adultos,<br />
padres y educadores, jugamos un papel esencial: tenemos que dar ejemplo;<br />
primero, dotando a nuestros hogares y a nuestras escue<strong>la</strong>s <strong>de</strong> los textos literarios<br />
apropiados; segundo, procurando nosotros mismos leer y disfrutar <strong>de</strong><br />
antemano esos textos, a fi n <strong>de</strong> estar en condiciones <strong>de</strong> transmitirles a los niños<br />
nuestro propio p<strong>la</strong>cer por <strong>la</strong> lectura, consolidando así su dimensión recreativa<br />
<strong>Lectura</strong> y Familia<br />
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