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Lectura y familia.indd - Consejo Escolar de la Región de Murcia

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Javier Orrico<br />

Y ya no sé si como consecuencia o como causa, esa transformación <strong>de</strong> lo<br />

literario en producto manufacturado para su consumo (esto no es, en absoluto,<br />

una <strong>de</strong>scalifi cación <strong>de</strong> toda obra que venda mucho, que pue<strong>de</strong> ser excelente:<br />

ninguna habrá sido tan vendida como el Quijote), ha tenido un <strong>de</strong>sarrollo excepcional<br />

a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> los últimos veinte años sobre todo en el territorio <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

l<strong>la</strong>mada literatura infantil y juvenil, el sector más rentable <strong>de</strong> <strong>la</strong> industria literaria<br />

en <strong>la</strong> actualidad. Se trata <strong>de</strong> un negocio suculento crecido, lógicamente, al amparo<br />

<strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s i<strong>de</strong>as que acabamos <strong>de</strong> repasar, esa pedagogía que, al fi n, ha<br />

convertido a los niños no en hombres en <strong>de</strong>sarrollo, sino en seres aparte, con<br />

distintas necesida<strong>de</strong>s y hasta libros distintos, asunto que en nuestra infancia ni<br />

sospechábamos siquiera.<br />

Nunca hubo como hoy tanta <strong>de</strong>dicación a los libros para niños, tantos escritores<br />

e ilustradores especializados, tantos padres preocupados, tantas bibliotecas,<br />

tal número inmúmero <strong>de</strong> animadores y cursos <strong>de</strong> animación a <strong>la</strong> lectura.<br />

Los resultados, sin embargo, y volvemos al principio, lo que nos dicen es que<br />

al llegar a <strong>la</strong> adolescencia se abandona <strong>la</strong> lectura en muchos casos, sobre todo<br />

los varones, y que nuestros jóvenes no entien<strong>de</strong>n lo que leen. No se trata, por<br />

tanto, como siempre aducen los integristas <strong>de</strong> <strong>la</strong> pedagogía dominante, <strong>de</strong><br />

falta <strong>de</strong> medios. Que algo estamos haciendo mal no <strong>de</strong>biera resultar dudoso.<br />

Lo que he venido a p<strong>la</strong>ntear en estas páginas es, por tanto, si no nos estaremos<br />

equivocando en <strong>la</strong>s lecturas con <strong>la</strong>s que educamos a nuestros hijos y<br />

alumnos, y en el modo <strong>de</strong> acercarnos a el<strong>la</strong>s. Es <strong>de</strong>cir, si el abandono <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

literatura verda<strong>de</strong>ra, para sustituir<strong>la</strong> por estos productos <strong>de</strong>stinados a “gustar”,<br />

con sus azúcares y sus grasas literarias, no estará produciendo como efecto<br />

in<strong>de</strong>seable una suerte <strong>de</strong> parón intelectual, <strong>de</strong> no crecimiento, en <strong>la</strong> medida<br />

en que se trata <strong>de</strong> libros engullibles, que no <strong>de</strong>jan huel<strong>la</strong>, que no les exigen<br />

esfuerzo ni les suponen confrontación sentimental con cuestiones complejas,<br />

adultas: el riesgo, el dolor, <strong>la</strong> muerte, el amor, <strong>la</strong> violencia, <strong>la</strong> injusticia. La realidad.<br />

Y sobre todo, <strong>la</strong> ambigüedad, <strong>la</strong> hondura psicológica, <strong>la</strong> grisura <strong>de</strong>l alma<br />

ajena a <strong>la</strong> simpleza <strong>de</strong> esa ma<strong>la</strong> literatura <strong>de</strong> moralina sin nervio. Sorpren<strong>de</strong> que<br />

<strong>la</strong> misma ortodoxia ofi cial que propugna <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> sexo con<br />

los niños sin resquicios, sostenga que hay que darles a leer obras sutilmente<br />

censuradas <strong>de</strong> toda presencia “infeliz”. Hasta el punto <strong>de</strong> que, como sabemos,<br />

incluso los cuentos infantiles tradicionales han sido eliminados o sometidos a<br />

adaptaciones i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong> vaciado por constituir, según los apóstoles <strong>de</strong>l<br />

sistema, paradigmas <strong>de</strong> <strong>la</strong> incorrección.

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