Lectura y familia.indd - Consejo Escolar de la Región de Murcia
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32<br />
Manuel Ballester<br />
Pues bien, algunos <strong>de</strong> los contemporáneos <strong>de</strong> Sócrates, los <strong>de</strong>nominados sofi stas,<br />
dicen que ese saber meramente memorístico no es importante 36 . Que lo que<br />
importa, y lo que ellos enseñan, es <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>r <strong>la</strong>s potencialida<strong>de</strong>s que permiten<br />
que el ciudadano se integre exitosamente en <strong>la</strong> polis 37 . Hay que subrayar que, si<br />
bien el saber memorístico <strong>de</strong>positaba <strong>la</strong> verdad en el corazón <strong>de</strong>l hombre al albur<br />
<strong>de</strong> que una “mano <strong>de</strong> nieve” <strong>la</strong> <strong>de</strong>spertase un día (haciendo así posible el re-cordar),<br />
el saber sofístico se <strong>de</strong>sentien<strong>de</strong> totalmente <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad. Lo hemos dicho:<br />
al sofi sta le preocupa <strong>la</strong> sociabilidad, <strong>la</strong> convivencia. No sé si <strong>la</strong> historia se repite,<br />
pero me temo que este p<strong>la</strong>nteamiento se parece <strong>de</strong>masiado a nuestra LOGSE (y<br />
su repetición maquil<strong>la</strong>da: <strong>la</strong> LOE) inspirada por <strong>la</strong> pedagogía constructivista 38 y <strong>la</strong><br />
escue<strong>la</strong> inclusiva (cuyo objetivo es, precisamente, eliminar <strong>la</strong> exclusión social).<br />
¿Y Sócrates? Lo hemos visto criticar el saber memorístico <strong>de</strong> los que simplemente<br />
repiten a Homero, lo hemos visto contra el libro. Pero nos han llegado<br />
sus verda<strong>de</strong>s. Por escrito. Y gracias a un gran seguidor suyo. ¿Cómo pudo P<strong>la</strong>-<br />
36 El término sofi stés está emparentado con sofós, sabio. Como es sabido, sofós<br />
<strong>de</strong>signa al que sabe hacer algo (frente al que no sabe): así lo emplea Homero quien consi<strong>de</strong>ra<br />
sofós a todo el que era capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar una técnica tal como ocurría con los<br />
artesanos, los músicos, los poetas o los guerreros. Posteriormente, Heródoto introduce<br />
un matiz que se incorporará al término tal como nos llega a nosotros: <strong>de</strong>nomina sofós al<br />
que sobresale por <strong>la</strong> perfección y calidad <strong>de</strong> sus obras y, por ello, es una autoridad en esa<br />
materia. Así, sofós no se opone al que no sabe, sino al que no sabe<br />
sufi cientemente.<br />
El sofi stés no es el<br />
sofós, no es el que saber tocar <strong>la</strong> cítara, o construir una espada, ni<br />
siquiera es el que mejor toca <strong>la</strong> cítara o el más hábil en <strong>la</strong> construcción <strong>de</strong> espadas: el sofi stés<br />
es quien enseña a realizar esas activida<strong>de</strong>s. Podría pensarse que el sofi stés ha <strong>de</strong> ser también<br />
sofós respecto a <strong>la</strong> actividad que enseña; esta i<strong>de</strong>a será objeto <strong>de</strong> controversia en el periodo<br />
sofístico y subyace a <strong>la</strong> polémica con Sócrates. Si subrayamos que se trata <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s distintas<br />
(en el fútbol el sofós sería el goleador y el sofi stés, el entrenador), es posible argumentar<br />
<strong>la</strong> separabilidad. En términos actuales, si <strong>la</strong> actividad <strong>de</strong> que se trata es <strong>la</strong> docencia, el sofós<br />
sería el maestro o profesor mientras que el sofi sta correspon<strong>de</strong>ría al <strong>de</strong>nominado pedagogo.<br />
37 No proce<strong>de</strong> insistir en <strong>la</strong> diferencia entre este enfoque y <strong>la</strong> bel<strong>la</strong> y efi caz dicción<br />
potenciada por el saber retórico. Retórica no es, sin más, sinónimo <strong>de</strong> sofística. Baste seña<strong>la</strong>r<br />
que mientras que <strong>la</strong> retórica tien<strong>de</strong> a argumentar con belleza; <strong>la</strong> sofística tien<strong>de</strong> a<br />
persuadir.<br />
38 «el constructivismo ha llegado a convertirse, más que en una teoría, en un paradigma.<br />
Ello implica que el discurso pedagógico imperante viene a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r el constructivismo<br />
como <strong>la</strong> teoría <strong>de</strong> <strong>la</strong> enseñaza. Parece, pues, necesaria <strong>la</strong> empresa <strong>de</strong> someter a revisión<br />
sus supuestos, porque, parafraseando a Nietzsche “<strong>la</strong>s fuertes verda<strong>de</strong>s imperantes esperan<br />
ser criticadas, no ido<strong>la</strong>tradas”», PENALVA, J., C<strong>la</strong>ves <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo educativo en España. Sobre<br />
el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> enseñanza y <strong>de</strong> profesor, Ed. La Mural<strong>la</strong>, Madrid, 2008, p. 24.