CADS10 Castellano. 2006 - Generalitat de Catalunya

Bajo el punto de vista jerárquico, la EIA con el planteamiento europeo tiene poco nivel
de influencia, dado que su objeto de regulación son proyectos 5 ya decididos (si bien
una EIA muy negativa podría forzar la retirada del proyecto) y, en el caso de proyectos
públicos, emanados de una estrategia y políticas también decididas. La EIA es una
herramienta de evaluación ex-ante, para aplicarla antes de la acción que analiza. Sin
embargo, no lo es si consideremos la propia decisión de intervenir como parte del
proceso del proyecto. El caso americano varía ligeramente respecto el europeo
pues cubre más ampliamente la fase de elección de alternativas en la etapa de diseño
y planificación.
En cuanto a los factores sobre los que considerar el impacto, la EIA iba originalmente
dirigida tanto al medio físico como al medio humano. La propia NEPA (1969) habla
de una “aproximación sistemática e interdisciplinaria que asegure la utilización de forma
integrada de las ciencias naturales y sociales...”, y la legislación europea menciona
numerosos factores del medio físico y humano (entre los cuales “el hombre”) 6 , como
aquéllos que pueden sufrir los efectos directos o indirectos del proyecto. En la
práctica, pero, la EIA ha restringido su estudio al medio ambiente físico, obviando
cualquier consideración social.
1.2.3. La Evaluación Ambiental Estratégica (EAE): un paso más en la jerarquía
de toma de decisiones
La generalización de las Evaluaciones de Impacto Ambiental y su perfeccionamiento
metodológico y normativo ponen en evidencia las limitaciones de esta herramienta y sientan
las bases para un instrumento que vaya más allá de una mera acción preventiva sobre
la intervención final: la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Poco después de la publicación
de la NEPA en Estados Unidos (1969) ya se comienza a hablar de Evaluación Ambiental
Estratégica. La EAE, sin embargo, es un producto de los años 90 del siglo pasado, década
en que tienen lugar la mayor parte de avances metodológicos y regulatorios.
A pesar de que no existe una definición tipificada de EAE, la dada por Sadler y Verheem
(1996) es de las más citadas: “La EAE es un proceso sistemático para evaluar las
5
Los proyectos que tienen que incluir una EIA quedan definidos en el Anexo I de la Directiva: refinerías,
centrales eléctricas de más de 300 MW de potencia, almacenes definitivos de residuos radiactivos, fundiciones
de hierro y acero, minería y transformación del amianto, instalaciones químicas integradas, grandes infraestructuras
viarias, de ferrocarril o aeropuertos, puertos y vías de navegación interior, instalaciones de eliminación
de residuos tóxicos y peligrosos por incineración, tratamiento químico o almacenamiento bajo tierra.
6
Concretamente la directiva especifica que se tendrán que considerar “los efectos directos e indirectos” sobre
los factores siguientes: el hombre, la fauna y la flora; el suelo, el agua, el aire, el clima y el paisaje; la interacción
entre los factores mencionados en el primer y segundo apartado; los bienes materiales y el patrimonio cultural”.
30