CADS10 Castellano. 2006 - Generalitat de Catalunya

Evaluación de costes y beneficios (y de los riesgos clave asociados a cada opción)
La evaluación de los costes y beneficios de una propuesta es el componente analítico
central de una EIR. El gobierno británico explicita que son precisamente los beneficios
esperados de una medida política los que tienen que justificar los costes que puede
suponer para las empresas u otros sectores económicos y sociales.
Se enfatiza que los costes y beneficios han de analizarse para cada opción y para
los diferentes sectores afectados (incluyendo empresas –por sectores– instituciones
benéficas, el sector voluntario y otros 26 ) por lo que hay que llevar a cabo una primera
identificación de los afectados. Según las guías, este análisis debe incluir costes y
beneficios ambientales, sociales y económicos) lo que se relaciona con el compromiso
británico con el desarrollo sostenible). Se recomienda hacer explícitas las incertidumbres
relativas a los costes y los beneficios y preguntar a los consultados sobre la
información que falta.
La elección de la técnica de evaluación depende de la propuesta individual. Así pues,
en el supuesto de que sea posible una cuantificación total, se recomienda llevar a
cabo un análisis coste-beneficio completo. La guía admite, pero, que eso no siempre
es posible, por lo que se menciona la necesidad de utilizar evaluaciones cualitativas.
En la práctica se indica que el grado de cuantificación siempre es intermedio,
alternando datos monetarizados con otros datos de tipo cualitativo.
En nuestro ejemplo de EIR Final relativa a la Landfill Allowance and Trading Scheme
(England) Regulations, se identifican los costes para los afectados –Agencia Ambiental
y operadores de vertederos, básicamente– y para cada opción. Como se deriva de
la tabla siguiente, se alternan las apreciaciones cualitativas con la cuantificación
económica.
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Costes y beneficios sobre los ciudadanos, el sector público y la economía en su conjunto, teniendo en
cuenta los efectos sociales, ambientales y económicos. Estos costes se tendrían que presentar
separadamente de los costes para empresas, instituciones benéficas y el sector voluntario.
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