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Democracia con Partidos - Centro de Estudios Públicos

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Arturo ValenzuelaEs posible que el sistema binominal haya <strong>con</strong>tribuido a disciplinar y mo<strong>de</strong>rarla política en los primeros años <strong>de</strong> la transición, aunque el factor principal quedisciplina a los partidos <strong>de</strong> la Concertación no es tanto el mecanismo electoral,sino el miedo a un reversión autoritaria producto <strong>de</strong> un fracaso <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong>gobierno <strong>de</strong> las fuerzas que lucharon <strong>con</strong>tra el régimen militar. Pero, <strong>de</strong> lo queno cabe duda, sin embargo, es <strong>de</strong> que el sistema binominal incentivó una políticacupular —en el que un puñado <strong>de</strong> dirigentes a ambos lados <strong>de</strong>l espectro político<strong>de</strong>cidía quiénes serían los candidatos y a quiénes representarían, en un franco<strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> un proceso transparente al interior <strong>de</strong> los partidos y <strong>de</strong> mecanismoselectorales que podrían entregarle a la ciudadanía opciones electorales.El sistema binominal chileno atenta <strong>con</strong>tra la competencia garantizando acada una <strong>de</strong> las dos coaliciones políticas la elección <strong>de</strong> al menos uno <strong>de</strong> doscandidatos por distrito. Lo importante a <strong>de</strong>stacar es que el elector, miembro<strong>de</strong> un partido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la alianza partidaria, pue<strong>de</strong> o no tener un candidato <strong>de</strong>su colectividad en su distrito. Y si lo tuviera, no tiene ninguna posibilidad <strong>de</strong>pronunciarse a favor <strong>de</strong> otro posible candidato <strong>de</strong> su partido para <strong>de</strong>safiarlo. Esmás, las listas son estructuradas en forma <strong>de</strong>liberada para garantizar el éxito <strong>de</strong>un candidato preferido por los lí<strong>de</strong>res y los titulares <strong>de</strong> escaños legislativos, aunsi eso requiere que el compañero <strong>de</strong> lista sea alguien que tiene escasas probabilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ganar.Estas prácticas y la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> seguir nombrando a los mismos dirigentespolíticos que se repiten en el po<strong>de</strong>r no solo para cargos <strong>de</strong> elección popular, sinotambién para cargos ejecutivos e incluso diplomáticos, <strong>con</strong>tribuye en forma sustanciala <strong>de</strong>sprestigiar la política y las instituciones <strong>de</strong> gobierno.¿Pero qué pasa <strong>con</strong> el segundo objetivo <strong>de</strong> un sistema electoral, el <strong>de</strong> potenciarla coherencia y disciplina <strong>de</strong> los partidos? No cabe duda <strong>de</strong> que el sistemabinominal tuvo como efecto el darle a los li<strong>de</strong>razgos partidarios un papel importanteen la <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> candidatos a puestos <strong>de</strong> representación popularfortaleciendo a los partidos mientras estos mantuvieron apoyo popular y altosniveles <strong>de</strong> aprobación. Pero <strong>de</strong> este modo se crea un círculo vicioso, ya que elexceso <strong>de</strong> <strong>con</strong>trol partidario incentiva la creación <strong>de</strong> “partitocracias” que, al <strong>de</strong>scuidarprocesos <strong>de</strong> renovación, <strong>con</strong>tribuyen al <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> los partidos, quea su vez incentivan el surgimiento <strong>de</strong> personalismos o caudillos electorales.En general, los sistemas electorales proporcionales tien<strong>de</strong>n a lo primero alprivilegiar a los partidos en la <strong>con</strong>figuración <strong>de</strong> las opciones electorales, mientrasque los mayoritarios tien<strong>de</strong>n hacia el personalismo en <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> la fortaleza<strong>de</strong> los partidos. Lo curioso <strong>de</strong>l sistema binominal chileno es que al comienzoles dio <strong>de</strong>masiado <strong>con</strong>trol a las cúpulas <strong>de</strong> los partidos más gran<strong>de</strong>s enla <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> los candidatos, no solo en la elección <strong>de</strong> cuáles personas, sinotambién en qué proporción los propios partidos tendrían cabida en las listas, ypor tanto quiénes tendrían mayores o menores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ganar.24

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