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sacar contra mí. Pero mi <strong>re</strong>lato sólo puede ser verídico. Demos<br />
por sentado que lo escribo por penitencia”. (1927:11-12<br />
cursivas mías).<br />
Aquí está lo que se consideraría una verdadera autobiografía, cuyo<br />
rasgo esencial no es plantear cuestiones polémicas sino la <strong>re</strong>alidad desnuda.<br />
También está aquí la aguda moral de Gide que purga penitencia<br />
sabiendo el perjuicio que se causa al decir la verdad sin causárselo a sí<br />
mismo. La escritura devuelve aquí la cosa misma y no lo que De Man<br />
señala en Sart<strong>re</strong>: un eco interior por tanto polémico, un “tipo de alienación”<br />
capaz de robarse gran parte de una individualidad y que sólo podría<br />
aliviarse escribiendo literatura, con una forma narrativa fantástica a través<br />
de la cual la imaginación haga soportable la alienación. Es como <strong>re</strong>conocer<br />
que “la ambivalencia de Gide es típica de nuestro tiempo”, concluye<br />
De Man (cf. 1989:208-211).<br />
En el <strong>re</strong>conocimiento <strong>re</strong>alista, descarnado, político, de esa ambivalencia,<br />
pa<strong>re</strong>ce haber estado inscrito sociológica pero no espiritualmente<br />
René Zavaleta, porque, parafraseando al De Man que estudia a Sart<strong>re</strong>,<br />
Zavaleta escribía libros mo<strong>re</strong> sociológicos queriendo escribir libros autobiográfi<br />
cos. El lado oscuro de la crónica de 1964, por ejemplo, es lo<br />
que Paz Estenssoro le dice a Whitehead de Ovando, como si la sociología<br />
hubiera de <strong>re</strong>emplazar a la imaginación literaria para enf<strong>re</strong>ntar la alienación<br />
de todo un proceso histórico, el de la Revolución Nacional de 1952<br />
y la ambigüedad de toda una época, (auto) atribuida por Zavaleta, que<br />
era un homb<strong>re</strong> moderno, a las “clases asaltantes [la pequeña-burguesía]<br />
en el aparato del poder” (Zavaleta, 1995:84). Pero es el momento de la<br />
salida (no fi nal) del MNR, del Palacio Quemado.<br />
Tercera introducción:<br />
imágenes exotópicas del socialismo local<br />
La saturación de imágenes en el mundo actual es tolerable por su<br />
gran elaboración estética, pero no es menos perceptible la disminución<br />
de emocionalidad en su consumo, salvo que se trate de algo extraordinario.<br />
En cualquier caso impone una disminución de la atención ante la<br />
cantidad de imágenes <strong>re</strong>cibidas y el tiempo para considerarlas. El conocimiento<br />
de lo visual está constituido fuertemente por la experiencia de<br />
lo visual. Por ello, interp<strong>re</strong>tando lo que Zavaleta piensa del proletariado<br />
ZAVALETA: NARRATIVIDAD AUTOBIOGRÁFICA Y SOCIALISMO LOCAL<br />
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